Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
PUBLICIDAD
De los consejos que recibió de su fallecida madre, Maripily atesora uno que se ha convertido en la clave de su triunfo económico: ser bonita no basta; hay que trabajar.
La modelo puertorriqueña admite que “hace años” alcanzó el estatus de millonaria, al tiempo que insiste en que cada centavo de su fortuna es producto de su sudor.
En la actualidad, María del Pilar Rivera conserva la línea de ropa interior, mahones y calzado deportivo que fundó hace 12 años. Asimismo, prepara un perfume, un bronceador, productos naturales de belleza y unas tacas.
“Sinceramente, yo soy más empresaria que artista”, confiesa. “Actualmente, me estoy ganando mínimo $100,000 mensuales, y eso es en comisiones nada más, de mis productos de ropa, sin contar los contratos de televisión y las promociones. La gente se cree que yo me hice millonaria por (el ex pelotero de Grandes Ligas) Roberto Alomar (su ex esposo). Eso no es así. Lo que tengo es por mi trabajo”, agrega.
Relacionadas
Cómo surgió y aún mantiene este emporio es un tema del que pocas veces ha conversado. No es que pretenda mantener el secreto de su éxito; más bien, las entrevistas suelen enfocarse en su vida personal.
“Entonces no escuchan a esa Maripily inteligente y fajona, porque yo soy una fajona. Puede ser que alguna vez se hayan burlado por tal o cual cosa que he dicho, pero para los negocios, para eso sí que yo tengo inteligencia” , expresa recostada en su cama, uno de sus lugares de trabajo.
Y es que allí pasa noches enteras fantaseando con nuevos diseños, repasando catálogos, sumando, restando, programando reuniones, cotejando pedidos, contestando correos electrónicos. Pero, sobre todo, absorbiendo todas esas mofas para hacer lo que más la llena: capitalizarlas.
De hecho, su colección de ropa nació como consecuencia de una broma del extinto programa Mira que TVO (Telemundo), narra en entrevista telefónica desde su exclusivo apartamento en Miami.
Era verano de 1998, Maripily ya llevaba su tiempito en No te duermas y, como parte su trabajo, la enviaron para que fuera cómplice de una treta dirigida a un matrimonio que visitaba la boutique de José Negrón, en Carolina. Hoy, Negrón es su socio y distribuidor de sus artículos en las 15 tiendas Pompis de Puerto Rico.
“Yo llegaba al lugar y supuestamente iba a buscar la ropa para el programa y de repente llegaba esta pareja, y el esposo se quedaba mirándome a mí y la esposa le peleaba. Entonces, como mi mamá diseñaba y cosía uniformes y trajes, yo mostré un interés por lo que había allí y me quedé un rato hablando con Negrón. Él me dijo que yo tenía la capacidad para lanzar una línea de mahones, pero en ese entonces, yo estaba muy niña y decidió seguir dedicándome a hacerme un nombre”, relata la madre de José Antonio “Joe Joe” García Rivera, de 12 años.
La estrategia rindió frutos, pues, durante ese año, gran parte de las portadas de las revistas Vea y TV Guía fueron para ella, se estrenó en el Bombón de Así de Primera Hora y le dedicaron emisiones de Ahora podemos hablar, con Carmen Jovet; y Al grano, con Pedro Zervigón. Al parecer, Maripily tenía un no sé qué que quedó impregnado en la opinión pública. O tal vez fueron foros para responder a las críticas.
“Siempre he sido la misma persona simpática que, no por eso, voy a dejar de decir lo que pienso. Entonces, venían la envidia y las burlas, y casi siempre me llamaban para que yo respondiera a eso. Ahí fue que empezó lo del ‘también’ y los chistes. A mí no me estaba malo; uno no puede tener una actitud negativa. Fue positivo. Así fue que me hice un nombre, que me hice famosa”, cuenta.
Ese optimismo fue precisamente el arma que utilizó para frenar el abatimiento que la sobrecogió cuando su madre, Pilar Borrero, falleció dos años después víctima de un accidente. Una vez más, Maripily convirtió una tragedia en una oportunidad para salir adelante.
“Justo antes de quedar embarazada de Joe Joe, ahí muere mi madre. Ella me dejó toda la herencia a mí. Yo la dividí entre mis tres hermanos y yo, y entonces pienso, recuerdo todos los sueños que tenía mi madre de convertirse en diseñadora, y me dije a mí misma que yo iba a hacer esos sueños realidad”, rememora la beldad ponceña de 36 años de edad.
“Todo ese coraje que me dio el perderla, el no tenerla más... todos esos sentimientos yo los convertí en energía. Lancé mi línea de ropa, y mi parte de la herencia la invertí montando mi boutique: una en Guaynabo y otra en Ponce. Eso no me la iba a traer de vuelta, pero su sueño está realizado, está vivo”, continúa con la voz entrecortada.
Desde ese entonces, aprendió que no solo se trata de invertir, sino también de ahorrar, por lo que fue acumulando capital a la vez que diversificaba su clientela aprovechando su notoriedad y su presencia en la televisión.
“Yo vestí a Dagmar, a Taína, a Sonya Cortés, a Cristina Eustace... hasta a Saudy Rivera. Yo fui un pilar en la moda de la televisión en Puerto Rico”, afirma.
En la actualidad, Maripily es responsable de los trajes de baño de Nuestra Belleza Latina (Univisión) y la ropa deportiva de Miss Mundo de Puerto Rico. Además, tiene en agenda reuniones con Donald Trump acerca de las piezas de vestir de Miss Universe 2014.
Esos negocios se suman a actividades nocturnas de los canales Univisión, CNN en Español y otras estaciones de Los Ángeles, Nueva York y Miami, a los cuales la modelo y animadora es invitada o contratada casi semanalmente. Esto sin mencionar el reality show Maripily sin vergüenza que está produciendo y su rol como madre de un preadolescente.
Sin embargo, el tiempo es la última de sus preocupaciones. Maripily no fuma, no bebe y, aunque pareciera que le gustan las fiestas, cuando asiste a ellas en realidad está trabajando.
“Soy demasiado organizada. En vez de estar fiestando, yo puedo estar una noche entera en mi cama, con la tableta, inventándome diseños, viendo catálogos, haciendo listas, visualizando vitrinas. Además, cada minuto de mi carrera artística yo lo invierto haciendo business a la vez”, asegura.
Como ejemplo, ofrece su reciente asistencia al espectáculo de Carlos Vives en Orlando y su participación en la competencia benéfica Mira quién baila (Univisión).
“Sí, yo disfruté del concierto (de Vives), pero aproveché para ir al área VIP y conocer a los ejecutivos de SBS (Spanish Broadcasting System) y presentarles mis productos. De ahí salió una invitación a un programa de radio y otros proyectos”, explica.
De igual modo, Mira quién baila le sirvió como plataforma para darse a conocer en México, donde elabora su perfume con la compañía Zermat y fue entrevistada en los principales canales de televisión.
En cuanto a sus productos en Pompis, José Negrón comentó a este periódico que, “aproximadamente, cada dos semanas llegan nuevos diseños en pocas cantidades, pero que se actualizan constantemente”. Este método implica que la modelo está ocupada todo el tiempo, mas le asegura ventas.
Maripily entiende que otro de sus aciertos es no dejarse tomar el pelo. Además de contar con la sabiduría de la experiencia, está blindada por un equipo compuesto por los abogados Rick Calzada y Ricardo Carrillo, y los contables Carlos Feliciano y Ernesto Cruz. A estos profesionales se suma su manejadora Conchita Oliva, de la compañía Latin Iconos.
“Yo pago todos los impuestos, estoy al día en todo. Con Calzada me he orientado de las leyes de Florida y no hago ningún movimiento sin pasar por las manos de ellos”, sostiene la modelo. “Es verdad que estoy todo el tiempo viajando, 24 horas en un ajetreo, pero estoy feliz y satisfecha de mi esfuerzo”.
Tanto trabajo tiene una razón. A su corta edad, Maripily coquetea con el retiro, quiere estar “recogida”.
“Soy una mujer ambiciosa, cada día quiero más. Mi meta es de cuatro a cinco años poder estar retirada, disfrutándome a mi hijo y a mis futuros nietos”, revela.
Pero que no cunda el pánico. La animadora cree en la eternidad, y siente que su esencia perdurará, literalmente, en la fragancia que se apresta a lanzar al mercado, MP By Maripily.
“Este perfume va a ser para toda la vida. Cuando sientan ese aroma tan rico, ahí va a estar Maripily”.
VÍDEO: Maripily presenta su línea (2008)