The Theory of Everything
La vida del astrónomo Stephen Hawking llega al cine pescando premios.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Con la llegada de diciembre arranca la temporada de premios en el ámbito cinematográfico, y con ella invaden la pantalla grande aquellos estrenos que aspiran a ganárselos, como por ejemplo The Theory of Everything, una película hecha por personas que claramente leyereon el libro "Cómo hacer que tu filme reciba varias nominaciones al Óscar". Entre los pasos a seguir, figuran estos tres:
1. Inspírate en la vida real. Si puedes hacer que tu filme sea biográfico, aun mejor. El largometraje -basado en el libro Traveling to Infinity: My Life With Stephen, de la autora Jane Wilde- se centra en el matrimonio entre Wilde y el prominente cosmólogo y físico británico Stephen Hawking, quien padece de la degenerativa condición de Lou Gehrig desde que cursaba sus estudios en la Universidad de Cambridge. El guión de Anthony McCarten hilvana el desarrollo de las teorías astrofísicas de Hawking con las altas y bajas de su relación amorosa con la mujer que se casó con él a sabiendas de su enfermedad.
2. Trata de que tu papel principal rete físicamente al actor. Esta hazaña recayó en los hombros de Eddie Redmayne, quien ofrece una de las mejores actuaciones del 2014. Más allá de las impactantes semejanzas físicas entre él y Hawking, Redmayne sobresale en el rol a través de las sutilezas que transmite mayormente con su rostro y específicamente con sus ojos, los que al final, cuando Hawking pierde la capacidad de hablar, se convierten en su único medio de expresión. El trabajo de Felicity Jones, como Jane Wilde, es igualmente admirable, sirviendo como la base emocional de la película y acercándonos a sus circunstancias.
3. Establece tu historia en el pasado: las cintas de época tienden a recibir mayor número de nominaciones. El director James Marsh (Man on Wire) reúne a un talentoso grupo de cineastas detrás de las cámaras que contribuyen a la prestigiosa fachada de la producción. Desde los elaborados vestuarios de Steven Noble hasta la magnífica banda sonora de Jóhann Johannsson, el flme justamente será reconocido en las categorías técnicas y artísticas de las premiaciones que se avecinan en los próximos meses.
Seguir estos pasos no son sinónimo de una mala película, pero sí hacen que The Theory of Everything se aferre estrictamente a los convencionalismos del filme biográfico, simplificando la vida de una de las mayores mentes del Siglo XX para el fácil consumo de los miembros de la Academia.