Se propaga fiebre de las bicicletas
Los ciclistas de "fixed bikes” reclaman su espacio en las vías públicas y crecen en cantidad, sea para hacer deporte o disfrutar.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Ya sea por diversión, por ejercitarse y competir, para usarla como medio de transporte o por moda, la realidad es que San Juan y el área metropolitana poco a poco se están llenando de bicicletas.
Desde hace unos años, grupos o movimientos como Bicijangueo, La Masa Crítica y la Coalición (Puerto Rico Bicycle Coalition) promueven el uso de las bicicletas como medio de transporte urbano. Paralelamente, cerca de dos años atrás, varios amigos fundaron el grupo PR Fixed, que se especializa en las bicicletas fixies o de piñón fijo. Cualquiera que pase por el Condado o por Santurce un miércoles en la noche, se puede cruzar con un grupo de ciclistas en bicicletas coloridas y llamativas que forman parte de la cultura de las bicicletas fixed.
Según explicó Omar Torres, uno de los fundadores de PR Fixed, una bicicleta fixed o de piñón fijo no es otra cosa que “una bicicleta de un solo cambio –por eso se llama fixed gear- y que ese cambio no tiene free wheel ni nada, si tú das marcha hacia adelante, va hacia adelante, y si das marcha atrás, va para atrás”.
En muchos casos, son bicicletas que también tienen la particularidad de que sus dueños las hacen únicas, ya sea con colores brillantes o contrastantes en la pintura, y con aros llamativos.
El movimiento de las bicicletas fixed surgió en la ciudad de Nueva York en los años 80, cuando los bicimensajeros adoptan las bicicletas de piñón fijo que se utiliza en las competencias en velódromos que, por su agilidad y su simpleza, se convirtieron en la mejor forma de transportarse. Incluso, el movimiento inspiró una película en 1986 que se llamó “Quicksilver”, protagonizada por Kevin Bacon.
“Todo eso se convierte, luego, en un estilo de vida de ellos, se convierte en una subcultura de los 80”, dijo Rafy Robles, otro de los fundadores de PR Fixed, vestido con una camiseta que tenía impresa una de las frases del grupo: “No es sólo piñón fijo, es cultura ciclista”.
Esta subcultura se regó por el mundo entero y ahora está creciendo exponencialmente en Puerto Rico.
“En Puerto Rico, el fixed surge por la inquietud, la iniciativa de tres amigos que nos conocemos desde high school, somos afines con las cosas del diseño, los tres corremos bicicleta en diferentes maneras”, explicó Robles, sobre la iniciativa de él y sus amigos Omar Torres e Irving Torres.
La atracción por el diseño de estas bicicletas también es un factor importante del movimiento, pues permite que cada ciclista tenga una bicicleta única. Además, podría explicarse dado a las profesiones de cada cual, pues Rafy e Irving son arquitectos y Omar es artista gráfico, lo que les confiere una gran conciencia estética.
“Cuando nos empiezan a gustar estas bicis (fixed), por su mecanismo, por su simpleza… tenemos un amigo arquitecto que se muda a México (Irving), se contacta con gente allá que estaba en el desarrollo del fixed allá, nos comenta de las bicicletas, y nosotros dijimos: ‘Estamos viéndolas acá’, empezamos a bloguear, a googlear, empezamos a correr”, contó Robles.
Entonces, el tema de las fixed bikes los enamoró y decidieron fundar PR Fixed, primero, “por imágenes y educándonos nosotros y a la gente por medio del blogs sobre el tema del fixed gear, y luego, empezamos a generar eventos en Puerto Rico”.
Todo comenzó con unos seis amigos que se reunían a pasear en bicicleta, entre los que se encontraban los miembros de PR Fixed y el ciclista urbano conocido como B.E.P.
“Salió de buscar un lugar que fuera un punto de encuentro donde pudiéramos salir y hacer diferentes rutas”, narró Robles, quien explicó que, ahora, un promedio de 80 ciclistas se reúnen para correr o para participar en las distintas competencias que organizan. Desde entonces, todos los miércoles, el grupo se reúne en la plaza del Indio, en Condado, y salen a recorrer la ciudad a partir de las 9:30 de la noche, sin limitarse a las bicicletas fixies, pues su movimiento, insistieron, es inclusivo y todo el que quiera unirse en cualquier tipo de bicicleta es bienvenido.
El movimiento fixie “es un deporte urbano, de la calle”, dijo Robles. “Parte de la fixie es que es para correr en la ciudad”.
No se trata sólo del ejercicio que se hace al correr cualquier tipo de bicicleta, en el caso de los piñones fijos se acentúa pues, aunque no se esté haciendo fuerza al pedalear, el movimiento de los pedales es continuo.
“Es una mezcla de ciclismo con deporte extremo. Tú puedes ir de aquí al colmado, y la bici es una extensión de tu cuerpo, tienes que estar pendiente del carro que va al frente, si dobla… tú estás activo todo el tiempo”, narró Robles.
“Creo que es el único deporte que aprovecha la ciudad. Tú empiezas a correr bici por ahí, no tiene que ser fixed gear, y te das cuenta de edificios nuevos y plazas, etc., que tú vas en tu carro y no te das cuenta. Yo creo que eso es lo que ha ayudado mucho a que la gente diga: ‘Pues está chévere las fixed por diseño’ y todo, pero la gente está empezando a usarlas para ir a trabajar o a la universidad, a pasear de noche, en vez de joguear, pues se van a correr bike, y se dan esa oportunidad de descubrir la ciudad”, añadió Torres.
Así como la bicicleta se convierte en una extensión del cuerpo del ciclista, la persona también se convierte en una extensión y parte de la ciudad. “Es otra forma de usar la ciudad, vivirla, olerla… un montón de cosas que uno siente al correr en bicicleta que se pierden en el auto”, explicó Robles mostrando la evidente pasión que siente por este estilo de vida.