En los pasados  años, el deporte hípico en Puerto Rico ha experimentado un crecimiento en la participación de la mujer en diferentes áreas que históricamente eran dominadas por hombres.

La mujer no solo se ha desempeñado en labores de oficina, ya sea en la empresa operadora del hipódromo, potreros, en la Administración Hípica y diferentes entidades que son parte de la  industria.

Desde finales de la década de 1960, las mujeres han tenido una participación activa en el hipismo, especialmente como jinetes, lo que abrió puertas para romper gradualmente con el estereotipo de que manejar con caballos es “trabajo de hombres”.

En la hípica local,  las mujeres han ocupado diversas posiciones desde jinetes, mozos de cuadra, ayudantes de veterinarios, herreras, juez de repeso, ayudante de toma de muestras y directora de la escuela vocacional hípica, hasta presidenta del Jurado y administradora hípica.

Maricelis Ramos Rivera, retirada con 21 años de servicio en la Policía de Puerto Rico, ocupa desde el miércoles una posición en el grupo de palafreneros. Estos son los encargados de colocar a los ejemplares dentro del portón de salidas en cada carrera y ejercen la misma labor durante los entrenamientos en las mañanas.

Ramos Rivera es la primera fémina que ocupa esa posición en la historia del hipismo local.

“Hace varios años, un amigo  me introdujo a conocer los caballos y entonces tuve el interés de tomar el curso de herrero, pero al llegar a la escuela no había cabida. Luego pasaron dos años de mi retiro de la Policía y regresé, solicité y me aceptaron para el curso”, explicó Ramos Rivera, quien  hace seis meses  forma parte además del curso de herrero de la escuela vocacional hípica.

Explicó que al mismo tiempo  que aprende los pormenores del curso, se ha interesado en conocer  sobre el proceso de trabajar con los caballos en el manejo y cuidado. Confesó que nunca  había tenido contacto  con equinos.

“No sabía nada de caballos y  en la escuela me han enseñado mucho. Me han dado la oportunidad de aprender como mozo de cuadra. He llevado caballos a la piscina y me han enseñado a como ensillarlos y  estoy herrando los caballos de la escuela. Les estoy muy agradecida”, indicó.

“Me dio fiebre de conocer sobre los caballos. Es una faceta totalmente diferente a lo que  hacía en la Policía. Me he acostumbrado a todo y realmente me gusta”, añadió Ramos Rivera, quien acudió en busca de una oportunidad de empleo.

“Específicamente quería trabajar en las tomas de muestras, pero cuando fui a la oficina me dijeron que había una vacante de palafrenero y me preguntaron que si me gustaría y dije que ‘claro’. Llevo tres días y creo que hasta el momento lo he hecho bien”, explicó.

Al conocer que es la primera fémina que ocupa una posición como palafrenero en la hípica local dijo sentir gran orgullo.

“Exhorto a otras mujeres a que den el paso en el hipismo. Si lo puedo hacer, otras pueden también”, concluyó Ramos Rivera.