La situación por la que atraviesa el ex púgil Wilfredo Rivera, quien no tiene hogar desde el pasado mes de febrero y está viviendo en su auto, no es el caso de otros boxeadores que han perdido sus facultades mentales debido al castigo recibido dentro del cuadrilátero.

Pero no deja de ser un caso doloroso.

Rivera pernocta en su guagua desde que perdió su empleo como guardia de seguridad y además, no tiene dónde dormir, mientras se encuentra en una disputa judicial con su ex esposa, en la que reclama recuperar sus propiedades.

“Fui despedido injustificadamente, ya que me trataban mal los oficiales, y por esa razón tengo un caso en el Departamento del Trabajo”, dijo el ex boxeador en un encuentro con Primera Hora en el estacionamiento de un conocido centro comercial de Carolina, donde pasa las noches.

En su van Chevrolet modelo Astro color azul, Wilfredo Rivera carga con todas sus pertenencias como ropa, libros, cajas, maletas, bolsas de plástico, productos de aseo personal y hasta un saco de boxeo.

A pesar de su condición, no luce demacrado. Físicamente se encuentra bien y como siempre, se proyecta jovial.

En fin, no se ve derrotado.

Rivera explicó que en el último lugar donde estuvo pernoctando, le ofrecieron que se quedara, pero rechazó el ofrecimiento.

“No me gusta mucho vivir de la caridad. Estuve viviendo hasta hace poco con una gente muy buena y aportaba para la comida. Al no poder aportar, aunque ellos no querían que me fuera, yo dije que no, porque a mí no me gusta abusar de la confianza”, expresó.

“Yo tengo mi dignidad y, aunque me lo digan de corazón, no me gusta abusar. Es mejor vivir en mi carro, con lo que aparezca, y esperando en Dios, que Dios me va a ayudar”, añadió.

Con la ayuda del ex campeón mundial Víctor “Luvi” Calleja, Rivera hizo las gestiones para que el Departamento de la Vivienda le conceda un techo de forma temporera.

“La ayuda que le estoy pidiendo a Vivienda es temporera, porque pienso recuperar lo mío. No estoy pidiendo una vivienda para siempre, es temporera, para no estar en la calle como ahora”, expresó el ex boxeador desde el asiento de su “casa rodante”.

Rivera aseguró que lo más que desea es conseguir un empleo regular que le permita pagar una renta en lo que se resuelve su pleito en corte.

Calleja, por su parte, aseguró que los secretarios de los departamentos de Recreación y Deportes, Ramón Orta, y de la Vivienda, Rubén Ríos, se comprometieron a conseguirle un techo a Rivera lo antes posible.

Además, Calleja, actual presidente de la Junta Social y Deportiva de la Comisión de Boxeo de Puerto Rico, expresó que ya está en marcha un plan para recaudar lo necesario para habilitar el nuevo hogar de Rivera.

Víctima del estigma

Además de la alta tasa de desempleo que tiene la Isla, Rivera se enfrenta con otros escollos.

“Esa es otra cosa que me ha afectado: la gente piensa que yo estoy punch out, como dicen en el boxeo, porque como soy tartamudo, piensan que es por los golpes. No, yo soy tartamudo desde que nací”, explicó Rivera.

“Eso ha afectado mi posibilidad de conseguir un trabajo porque los empleadores piensan que yo estoy mal de la mente”, dijo quien fue un exitoso boxeador en la década de los 90.

Incluso, Rivera contó que acaba de obtener su licencia para conducir vehículos pesados en busca de algún empleo como chofer.

Esto no solo demuestra su interés en trabajar, sino que está facultado para hacerlo.

“Si estuviera mal de mis facultades mentales, no podría guiar. Tengo mis facultades mentales y mis facultades físicas muy bien, gracias a Dios”, dijo Rivera.

“Un boxeador ponch out apenas puede caminar bien, cojea, no puede tener desplazamiento, yo no tengo esos problemas”, añadió.

El ex púgil explicó que está capacitado para distintos tipos de trabajo, pues sabe desde mecanografía hasta utilizar los principales programas de computadora.

“Lo que quiero es un trabajo de ocho horas para poder pagar renta”, dijo.

Pasión intacta

El amor que Rivera siente por el boxeo no ha mermado con los años.

Cuando se le preguntó en qué le gustaría trabajar, su contestación fue clara: con el deporte de su pasión.

“Lo que más me ha gustado siempre es enseñar boxeo. Trabajé como ayudante en la Escuela del Deporte en Carolina, trabajé como ayudante en Trujillo Alto y di un buen trabajo, pero quisiera tener mi propio equipo de boxeo, porque me gusta enseñar”, expresó el ex púgil natural de Río Piedras.

Incluso, Rivera contó que tiene una propuesta redactada que les ha presentado a varios alcaldes durante los pasados años, pero no ha recibido el apoyo.

Y su interés no es solo en enseñar boxeo, sino contribuir a construir un mejor Puerto Rico.

“Yo quiero trabajar por mi país. Me han ofrecido trabajo en Estados Unidos, pero no, yo quiero hacer en Puerto Rico lo que me gusta hacer, que es enseñar boxeo”, expresó

“Quiero cooperar con el país, ayudar a sacar a los jóvenes de la calle y de la droga, y poder hacer un Puerto Rico mejor y ser parte de ese esfuerzo. Pero, lamentablemente, como soy tartamudo, piensan que estoy loco”, concluyó Rivera, entre risas bajo la lluvia que caía sobre su carro, su hogar, por ahora.