Nadie pensaría que la pronunciación de dos inocentes palabras, “no más”, alimentarían uno de los misterios más persistentes en la historia del boxeo profesional.

Esas fueron las palabras que utilizó el legendario ex campeón panameño Roberto “Manos de Piedra” Durán para retirarse, restando 18 segundos del octavo asalto, de su segundo combate titular contra la superestrella estadounidense Sugar Ray Leonard.

Su sorpresivo retiro del combate celebrado en el Superdome de Nueva Orleans, el 25 de noviembre de 1980, le devolvió a Leonard la faja wélter del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) que perdió ante Durán escasamente cinco meses antes en una reyerta celebrada en Montreal, Canadá.

El recuento de aquella pelea y su inédito final es ahora la base de un documental titulado No Más, que forma parte de la serie televisiva 30 for 30 de la cadena ESPN. El filme tendrá su estreno este próximo martes a las 8:00 p.m. y mediante la pieza el productor intentará resolver el misterio detrás de la rendición del panameño.

Hasta el día de hoy, muchas son las interrogantes sobre aquel final. Durán era el símbolo perfecto del más macho de los boxeadores de la época y era prácticamente imposible de creer que se hubiera quitado de un combate ante un peleador al que ya había vencido.

Ambos púgiles libraron una feroz reyerta –un clásico del boxeo– cinco meses antes, el 20 de junio. En esa ocasión Durán, quien venía de reinar en la división ligera del CMB y la Asociación Mundial de Boxeo, subió a la categoría wélter para retar la supremacía de Leonard en dicho peso. Y sin ton ni son sorprendió al mundo al propinarle al estadounidense su primera derrota profesional en 27 salidas al apuntarse una cerrada decisión unánime luego de 15 asaltos en la cartelera celebrada en el Estadio Olímpico de Montreal en Quebec, Canadá.

“Leonard le facilitó un poco a Durán ese primer combate porque se fajó con él y se fue al intercambio de golpes. Se salió de su patrón de boxear y utilizar la ventaja que tenía en la técnica y velocidad”, recordó el veterano periodista y columnista de El Nuevo Día, Chu García.

Una vez sonó la campana el 25 de noviembre en la esperada revancha, y contrario a lo que sucedió en el primer combate, Leonard sí siguió las instrucciones del fenecido entrenador Angelo Dundee y utilizó su velocidad y técnica para confundir y mantener alejado a Durán. Aunque la pelea se mantuvo relativamente cerrada, Leonard entró al séptimo asalto con una leve ventaja sobre el campeón panameño.

Fue, precisamente, en el séptimo episodio que Leonard comenzó a burlarse de Durán al bajar su guardia, presentarle su mentón para que el panameño intentara golpearlo y hasta hizo un amague de preparar un tirabuzón de derecha al tiempo que soltó una recta de izquierda. El cambio tomó por sorpresa al panameño y Leonard viró la reyerta a su favor, conectando buenas combinaciones y utilizando el amplio ring para frustrar a Durán.

Ambos peleadores salieron al octavo asalto, pero cuando apenas restaban 18 segundos para que sonara la campana, Durán, para sorpresa de todos los presentes, pronunció las palabras “no más” y se retiró del combate.

Incluso dijo adiós al boxeo

Al concluir la pelea, Durán le ofreció al afamado periodista y comentarista deportivo Howard Cosell una explicación que, al sol de hoy, no tiene sentido para casi nadie: una de las máximas figuras del machismo en el boxeo se retiró, supuestamente, debido a calambres estomacales que lo debilitaron. Acto seguido, Durán le anunció a Cosell su “retiro” definitivo del boxeo, decisión que apenas duró nueve meses.

Sin embargo, varios expertos consultados por Primera Hora opinaron que su retiro se debió a otros factores. García, quien cubrió la pelea en Nueva Orleans, no creyó la explicación de los calambres.

“De primera instancia no creí lo de los calambres, pues no es algo común en ningún boxeador y ya Durán era un veterano y un boxeador curtido. Lo que pensé era que estaba frustrado porque Leonard le cambió por completo el estilo de pelea”, explicó.

“No fue cobardía”

García, no obstante, reconoció que el Durán que se enfrentó a Leonard esa noche no era el mismo que subió al ring cinco meses antes en Montreal.

“(Durán) no se notaba físicamente igual que para el combate en Montreal. Antes de la pelea no lo vi ni tan fuerte físicamente, ni mentalmente preparado. Como que estaba un poco desorientado. Lo que no tiene lógica es pensar que Durán se acobardó; el ‘no más’ no fue por cobardía, sino por changuería más que otra cosa. Durán fue un peleador que lo entregaba todo, y no creo que nadie pueda pensar que fue que se acobardó”, añadió García.

“Fue una rabieta”

El también periodista y columnista de Primera Hora, Jorge Pérez, recordó que han sido muchas las especulaciones y teorías que se han ofrecido para explicar el “no más” de Durán pero, al igual que García, no creyó la explicación ofrecida por el panameño.

“Creo que Durán se sintió frustrado dado que Leonard estaba burlándose de él y no le presentaba pelea como él quería; hizo una rabieta. La pelea no estaba abierta, pues aunque Leonard estaba ganando, el combate estaba bastante cerrado. Las burlas de Leonard fueron con toda la intención porque sabía del ataque de machismo que tenía Durán, que era el macho latino por excelencia”, dijo Pérez.

“No creo que Leonard esperaba, ni soñaba, que Durán se iba a quitar, pero sí que se iba a frustrar, y surtió efecto. Ellos pelearon por tercera ocasión muchos años después y ahí se dieron veinte versiones distintas, pero él nunca ha admitido lo que, probablemente, sea la verdadera razón, que fue simplemente una rabieta que le dio pues es difícil justificarlo (el retiro). Pero eso (los calambres) no se lo creyó nadie”, añadió el veterano periodista.

Entretanto, el también columnista de boxeo de Primera Hora, Gerardo Fernández, tampoco aceptó la explicación ofrecida por Durán.

“He aprendido, de primera intención, a no aceptar las excusas porque, usualmente, son racionalizaciones para tratar de justificar o explicar cosas que, muchas veces, son producto de la frustración, desesperación, miedo a la derrota, etcétera. Hay algunas excusas que pueden tener una base médica, por lo que, en esos casos, hay que esperar. Pero por ejemplo, sobre el calambre, no hay posibilidad de que una revisión médica lo revele”, resaltó Fernández.

Más que un problema físico, Fernández interpretó el retiro de Durán como una forma del peleador para evitar ser humillado.

“Para mí fue más el temor de hacer el ridículo que el temor a una derrota. Iba a ser una derrota bochornosa, en la que jugaron con él, y antes de que eso ocurriera decidió quitarse. Así fue como yo lo interpreté en aquella ocasión”, añadió Fernández.

Sea cual sea la verdad, el documental de ESPN pretende resolver el misterio. Según su productor, Eric Drath, Durán fue confrontado nuevamente con el misterio. Y Leonard intentará conocer por qué se recuerda más esa pelea por la rendición de Durán que por su labor sobre el cuadrilátero.

Muchas son las interrogantes sobre aquel final de la revancha entre Leonard y Durán en el 1980