Cuando José ‘Sniper’ Pedraza subió al ring para combatir contra Raymundo Beltrán, sabía que no solamente estaba en juego la faja ligera (135 libras) de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), también una futura cita con Vasyl Lomachenko.

La noche del sábado, el púgil puertorriqueño venció a Beltrán por decisión unánime con tarjetas 115-112, 117-110 y 117-110 para coronarse campeón por segunda vez en su carrera y, a su vez, dejar el camino preparado para un duelo contra quien es considerado el mejor boxeador libra por libra a nivel rentado. El combate podría ocurrir en diciembre en Los Ángeles, California. 

“Ya se puede hablar de Lomachenko. Primero estuvimos concentrados en Beltrán, pero ahora podemos mirar a lo próximo. Será cuestión de sentarnos a negociar y meter mano entrenando duro”, dijo Pedraza a Primera Hora desde Glendale, Arizona, escenario del pleito ante Beltrán.

“Salí bien de esta pelea, no maltrecho y estaré disponible”, agregó.

Aunque Luis Espada, entrenador y manejador de Pedraza reconoció que el compromiso es medir fuerzas con Lomachenko, no le incomodaría tomar otra ruta antes. 

“Mi preferencia es hacer por lo menos dos defensas del título y esperar hasta el verano de 2019 por la de Lomachenko porque sería más interesantes hacerla en Nueva York para la Parada Puertorriqueña, pero el compromiso que se hizo es que sería en diciembre”, sostuvo Espada.

Un posible escollo será la salud de Lomachenko. El talentoso boxeador fue operado de un hombro el pasado mayo luego de vencer a Jorge Lineres por nocaut técnico. 

Espada estará atento ante la eventualidad de que Lomachenko no esté listo físicamente para diciembre.

“Lomachenko viene de un descanso extendido por la lesión. Lo ideal sería que haga una pelea aparte porque ahora le toca ir contra un bicampéon mundial en Pedraza. De hecho, (el promotor) Bob Arum dijo después de la pelea contra Beltrán que Pedraza tiene todas las herramientas para ganarle a Lomachenko”, afirmó Espada.

El sábado, Pedraza colocó en vitrina sus habilidades boxísticas, incluso, derribó a Beltrán en el undécimo asalto en ruta a la decisión unánime.

“Fue menos complicada de lo que anticipaba cuando la comparo con la de Antonio Morán. Había dicho que Beltrán era un poco más cómodo por la estatura y así mismo fue, aunque Beltrán era difícil porque ponía mucha presión, es un pegador duro y había que estar vivo”, compartió el púgil campeón. 

Por lo pronto, Pedraza tomará unas semanas de descanso y disfrutará el hecho de haber ganado un segundo cetro mundial en su carrera. Previamente, fue campeón de la Federación Internacional de Boxeo (FIBO, versión de las 130 libras.