Todos los días, clientes entran y salen del establecimiento Michael Pizza ubicado en el corazón de barrio Obrero en Santurce para comprar uno de los platos disponibles en el menú. 

Ángel “Tito” Acosta es uno de los dependientes quienes los reciben allí con una sonrisa, dispuesto a ofrecerles un trato cordial.

Hace dos años, Acosta se incorporó al grupo de trabajo de la pizzería para complementar sus ingresos como boxeador. El joven conoce la zona como la palma de su mano y, por ello, tiene la responsabilidad de entregar las órdenes.

“Un amigo me habló del lugar. De que estaban buscando a una persona para hacer los deliveries. Me gusta trabajar porque así paso el tiempo. Soy de la zona y me gusta trabajar aquí”, compartió Acosta, quien el sábado enfrentará al mexicano Luis Ceja en el pleito estelar de una cartelera que tendrá como escenario el Complejo Ferial en Ponce.

Cuando el púgil acuerda una pelea, complementa sus labores en Michael Pizza con las sesiones de entrenamiento. De hecho, en ocasiones divide el tiempo entre dos gimnasios.

“Hago esto porque tengo mis cosas que pagar. Ayuda a mi madre, mi familia, además de pagar mi carro, el celular y otras cosas. Antes tomaban una semana libre antes de mis peleas, pero como cada vez son de más asaltos y los rivales más difíciles, tengo que estar fuera casi un mes”, relató Acosta.

“Tengo que hacer una preparación más fuerte y más larga. Cuando estoy acuartelado, como quiera me doy la vuelta por el lugar para visitar a los muchachos”, agregó.

Además de hacer las entregas, Acosta se encarga de limpiar los utencilios en la cocina y atiende a la clientela.

“Todavía no he aprendido a hacer las pizzas. Ahora, me gusta comérmelas. Esto lo veo como algo temporero. Los muchachos me tratan muy bien y me gusta trabajar”, dijo.

Con el pasar del tiempo, el joven de 27 años se ha convertido en uno de los activos del local. 

Una jornada típica para Acosta consiste en estar pendiente a la clientela que llega hasta Michael Pizza. Una vez los pedidos están listos, los inserta en uno de los bultos especiales para mantener las comidas calientes y los entrega en un vehículo especialmente rotulado. 

“La gente cuando llama para hacer las órdenes, me reconocen y otros preguntan por mí para que les lleve las pizzas. Los clientes me tratan bien”, compartió.

Acosta está convencido que su actual trabajo será algo pasajero. Una vez esté más encaminado como atleta, se sentirá en la libertad para dejarlo. Sin embargo, por el momento se siente a gusto con lo que hace. 

“Hay que ser humilde siempre con la gente que me ha ayudado. No pienso defraudar a mi barrio. Fui criado aquí y no tengo la intención de irme para ningún sitio”, aseguró. “Siempre será humilde y bien agradecido”.

Prueba de calidad

Acosta es consciente que en cada paso en su carrera en el boxeo rentado encontrará obstáculos que intentarán descarrillar sus aspiraciones de ser campeón mundial en las 108 libras. Entiende que Ceja (28-5-3, 23 KO) es uno de esos obstáculos.

“Es un rival bueno que se ha enfrentado a rivales buenos como Ganigan López. Hice una preparación fuerte para esta pelea”, sostuvo.

Desde que inició su paso por el boxeo rentado en noviembre de 2012, Acosta ha ganado todos los combates por la vía rápida. Aunque espera seguir la tendencia contra Ceja, no subirá al ring sobre confiado.

“Los rivales no llegan a la distancia por mi pegada y preparación. Pero es mi equipo de trabajo el que se encarga de prepararme bien y son los que me ayudan”, resaltó.

Acosta formó parte de la escuadra de boxeadores que obtuvo medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Mayagüez 2010. Estuvo acompañado de los ahora profesionales José “Sniper” Pedraza, Jonathan “Bomba” González, Camilo Pérez y Enrique “Kikín” Collazo.

Sin embargo, el peso mosca todavía no goza de la misma proyección. 

“Estoy subiendo poco a poco. Los promotores se están encargando de darme a conocer en los medios, las redes sociales y el público me está conciendo más”, manifestó.