Anaheim, California. La vida de Shohei Ohtani será diferente en varios aspectos fundamentales durante las próximas semanas y meses sin Ippei Mizuhara, su intérprete y compañero inseparable desde que se mudó de Japón a las Grandes Ligas.

Los cambios causados por la destitución de Mizuhara en medio de acusaciones de apuestas y robo habrían estremecido a un astro que adora la rutina. Pero los Dodgers de Los Ángeles están optimistas de que lo sucedido terminará por tener un impacto positivo en la relación de Ohtani con sus compañeros y con el béisbol.

“En realidad, yo diría que esto va a ayudar a las relaciones internas”, confió el mánager Dave Roberts el martes, antes del último juego de pretemporada de los Dodgers. “Y es que él no estará ya detrás de una barrera. Pienso que he visto ya eso en el último par de días. Creo que Shohei se ha relacionado más con sus compañeros, y pienso que eso sólo puede ser bueno”.

Ohtani pasó miles de horas en el Angel Stadium durante los seis años anteriores con Mizuhara, quien lo ayudó a comunicarse con los coaches y peloteros de los Angels en todo, desde los consejos estratégicos y los planes de rehabilitación hasta la forma de molestar a sus rivales en los videojuegos.

El nuevo toletero de los Dodgers volvió el martes a su vieja casa en Anaheim sin Mizuhara, despedido la semana pasada por el club tras reconocer un problema de apuestas y ser acusado de robarle millones de dólares a Ohtani.

Los Angels dieron la bienvenida a Ohtani en su retorno para el duelo de pretemporada con un homenaje en video antes de que bateara por los Dodgers en el primer inning. El público ovacionó mayoritariamente a Ohtani, quien agradeció inclinando su casco en varias ocasiones.

Luego, se ponchó con una recta de 96 mph que le envió su excompañero Chase Silseth.

Will Ireton será en adelante el intérprete de Ohtani, pero el versátil empleado de los Dodgers no estará tan cerca del astro como lo estaba Mizuhara.

Mizuhara era la sombra de Ohtani adonde iba con los Angelinos —en la sala de masajes o en el montículo durante las visitas del coach de pitcheo, lo mismo que en el campo durante los altercados en que se vaciaban las bancas. Ambos pasaron también mucho tiempo juntos fuera del parque de béisbol.

Ohtani realizó otro cambio relevante en su vida durante este receso entre campañas. Se casó.

Y ahora, comienza el proceso de seguir adelante sin la persona que era su conexión diaria con los angloparlantes.

Compañeros y rivales por igual han dicho que Ohtani entiende bastante inglés pero no se siente siempre cómodo hablándolo —tal como les ocurre a muchos con una segunda lengua. Roberts dijo que percibe desde hace días un esfuerzo de Ohtani por salir de su zona de confort.

“Pienso que nos va a sorprender cuánto inglés sabe él, y creo que eso es bueno”, indicó Roberts.