El próximo 6 de enero, el estadio Hiram Bithorn servirá de anfitrión para dos partidos en la segunda fecha de la fase regular de la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente. No obstante, la cantidad de mejoras que requiere el vetusto lugar todavía es evidente. 

Las consecuencias que dejó el huracán María son visibles en cada rincón. Una de las áreas designadas para el calentamiento de los lanzadores requiere reparaciones. Además, múltiples zonas en la estructura de cemento necesitan ser pintadas.

Este medio pudo constatar que el área reservada para los fotoperiodistas en el terreno de juego contiene cerca de seis pulgadas de agua y una considerable cantidad de desperdicios sólidos. Asimismo, el palco de prensa sufrió severos daños por las lluvias y los vientos que acompañaron al ciclón el pasado 20 de septiembre.

El sistema de alumbrado necesita atención, aunque los juegos de la Liga serán durante por el día. Sin embargo, para el próximo abril deben estar reparados pues los Indios de Cleveland y los Mellizos de Minnesota realizarán una serie de dos partidos en el Bithorn.

Por otro lado, el terreno está en perfecto estado, al igual que los asientos de las gradas principales del estadio y los camerinos que usarán los peloteros.