Juan "Igor" González: "la lengua mata”
El expelotero explicó las razones que lo llevaron a subastar varios artículos de su exitosa carrera en las Grandes Ligas y entre ellas, no figura la falta de dinero.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Por falta de dinero, no fue. En todo caso fue para salvar del deterioro algunos de los premios que obtuvo en su carrera y de paso ayudar a hospitales en Estados Unidos.
Esta fue la explicación que dio el expelotero Juan ‘Igor’ González sobre las razones que lo llevaron a subastar varios artículos de su exitosa carrera en las Grandes Ligas.
“Esos premios se estaban deteriorando. Entonces, yo los llevé a una subasta para donarlos a instituciones. Pero como aquí somos más rápido hablando sin saber, pues ahora lo voy a donar a instituciones, a hospitales en Estados Unidos. Me da tristeza decirlo, pero aquí somos muy rápidos con la lengua y la lengua mata”, apuntó hoy, viernes, en medio de su exaltación al Salón de la Fama del Deporte de Vega Baja.
Según trascendió en el portal de la cadena NBC Sports hace unos días, el extoletero está subastando su trofeo de Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés) de la Liga Americana de 1996 y dos de los seis Bates de Plata que conquistó (el de 1996 y 2001), entre otros objetos. La puja por el primer artículo va por $12,100. Mientras el Bate de Plata de 1996 va por $1,000 y el 2001 por $1,100. La subasta de todas las piezas, que se realiza a través la casa de subastas Lelands, concluirá el 10 de enero de 2014.
González, uno de los máximos jonroneros boricuas de todos los tiempos en las Mayores y quien ganó sobre $87 millones, según datos de Baseball Reference, también subastará la Corona Babe Ruth, un premio especial que le concedió en 1992 la Asociación de Jugadores de Béisbol Profesional de Maryland por sus números ofensivos. La puja por la pieza ya va por $3,630.
El dos veces campeón de cuadrangulares de la Liga Americana recalcó que la idea de subastar esos artículos fue suya y que la tomó al ver el deterioro de esas piezas un día que decidió subir al lugar donde las guarda. “Yo vivo muy bien. Yo guardé mi dinero. Tengo muchas propiedades y vivo muy bien. Yo no necesito nada de eso. En el 1996, en el 1998, el ‘home run’ del 93… La historia está escrita, no la pueden borrar. Un premio, un bate de plata, las cartas, un palo de madera hace feliz a los demás. Yo los dejo que sean felices”, explicó el hombre, quien añadió que escogió los artículos al azar y sin que le diera pena.
González puntualizó que una vez finalice la subasta, entregará el dinero de forma privada. “Tan pronto se termine la subasta, calladamente, sin que esta mano se entere lo que esta otra hizo, donaré el dinero”, concluyó.