En efecto, el reclamo legal es una contrademanda.

El pasado 4 de abril, el campocorto de los Astros, representado por el bufete Gray-Robinson radicó en el noveno circuito judicial del condado de Osceola, Florida, una demanda con la que se busca que un acuerdo de representación exclusiva entre Correa y CFK sea declarado nulo o, en su defecto, se declare terminado; que se declare que no hay responsabilidades pendientes o futuras con CFK; y para que CFK debe entregar todos los fondos y propiedades que se le deben a Correa.

El acuerdo de comercialización de los derechos intelectuales e imagen entre CFK Sports y Correa fue firmado en octubre de 2014 tanto por el pelotero como por sus padres, Carlos Correa Rodríguez y Sandybel Oppenheimer Arroyo, quienes están incluidos como demandados en el recurso radicado por CFK en el tribunal federal para el distrito de Puerto Rico.

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El 5 de enero de este año, el bufete Gray-Robinson, contratado por la agencia de Correa, The Legacy Agency (TLA), le envió a CFK Sports una notificación de la terminación del acuerdo y el deseo de Correa de que Higginbotham no lo contactase más ni a él ni a su familia, y que la correspondencia futura fuese enviada a TLA.

No obstante, un mes más tarde, en febrero, Higginbotham le envió una carta a Correa y a sus padres detallando los gastos, porcentajes y compromisos incluidos en el acuerdo, y ofreciendo finalizarlo por unos $750,000, lo que es el 20% de los salarios estimados que recibiría Correa hasta diciembre 2020.