Cuando se padece una condición de cáncer, un paciente aprende a vivir un día a la vez y a celebrar cada logro, por pequeño que sea, que encamina a la persona hacia recuperar su salud y la oportunidad de sonreír junto a los suyos por varios días más.

Uno de esos días lo vivirá José ‘Piculín’ Ortiz cuando se siente a recibir la última de seis jornadas de quimioterapias vía infusión y que marcarán el final del primer paso de su tratamiento contra el cáncer colorrectal que le fue diagnosticado a finales de noviembre pasado.

Y aunque la jornada que inicia no marca el final de su tratamiento, Ortiz está contento porque avanzará tras esta parte a otra fase.

“Después de la infusión siguen 14 días de tratamiento de quimioterapias por boca. Y después pasamos a la fase de radiación por 30 días, que también incluirá más pastillas de quimioterapias. Ese es el camino. Pero por ahora vamos en positivo y por buen camino”, asegura Ortiz, quien ya ha visto mejoría desde el punto de vista que se han controlado el sangrado que tuvo en un momento dado y que lo encaminó a tener que busca ayuda médica con lo que se dio con el diagnóstico.

Ortiz, de 60 años, igualmente está pendiente a pasar posterior al tratamiento de radiación por un proceso quirúrgico para cortar algún residuo que quede del tumor que le fue descubierto además de cortar el área del colon donde se formó el mismo. Su actitud ante todo sigue siendo la de batallar por vivir muchos años más junto a sus seres queridos.

De hecho, esta semana vivió varios de esos momentos al presenciar a su hija Neira Ortiz coronarse campeona en el Voleibol Superior Nacional con las Cangrejeras de Santurce, ciudad para la cual Piculín ganó cinco títulos como jugador en el Baloncesto Superior Nacional. También sacó un tiempo para llevarla a cenar para celebrar su logro.