LeBron James: esfuerzo heroico pero misión incumplida
No pudo poner fin a la larga sequía de títulos deportivos de Cleveland, que dura ya 51 años
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Cleveland.- LeBron James abandonó la cancha por última vez en esta temporada, mientras el público pedía a coro que se le nombrara el Jugador Más Valioso de la final de la NBA.
No obtuvo ese premio. Tampoco se coronó con Cleveland.
Pero los seguidores de los Cavs profesaron de forma inequívoca su agradecimiento al jugador que hace muy poco les había destrozado el corazón.
James totalizó 32 puntos, 18 rebotes y nueve asistencias en otro tremendo concierto como solista. Pero los diezmados Cavaliers cayeron por 105-97 ante los Warriors de Golden State, que se coronaron el martes en el sexto juego de la final.
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"King" James no pudo poner fin a la larga sequía de títulos deportivos de Cleveland, que dura ya 51 años y es tan dolorosa que algunos aficionados locales la atribuyen a una maldición no precisada.
Pero esos fanáticos creen en James, el hijo pródigo del noreste de Ohio, quien volvió a casa a mediados del año pasado, luego de una exitosa estadía en Miami. Su retorno infundió nueva vida a la franquicia.
James no pudo dar el campeonato a la ciudad. Se quedó con muy poca ayuda en esta final. Kevin Love quedó fuera de combate por una luxación grave del hombro izquierdo en la primera ronda de la postemporada. En el primer duelo de la final, Kyrie Irving se fracturó la rótula izquierda.
Con un espíritu tan grande como su talento, James dio a los Cavaliers la ventaja por 2-1 en la serie. Su desempeño fue tan bueno que muchos consideraron que el astro podía unirse a Jerry West, el único integrante de un equipo perdedor que fue nombrado el Jugador Más Valioso de la final.
Ese reconocimiento fue finalmente para Andre Iguodala, de los Warriors.
Los seguidores de Cleveland reprocharon la decisión y abuchearon a Iguodala cuando se le entregó el trofeo.
Pese a la amarga derrota, han cambiado muchas cosas en Cleveland.
La salida de James a Miami en 2010 indignó a los lugareños, muchos de los cuales quemaron las camisetas de su antiguo ídolo en las calles. Cuando volvió por primera vez como visitante, con el Heat, surgieron claras muestras de hostilidad.
James se coronó dos veces con Miami, donde también creció y aprendió la mejor manera de liderar un equipo. Regresó más maduro y, como muestra de ello, anunció su decisión mediante un escrito cuidadoso. Fue un contraste respecto a su criticado programa especial por la televisión, mediante el que reveló en 2010 que se iba de Cleveland.
Brilló durante la final. Pero este es un deporte de conjunto, no individual. Y James estaba solo.