Hacienda Chocolat apuesta al orgullo boricua en la creación de sus delicias
La empresa ofrece “tours” en su finca en Fajardo para conocer sobre su historia y probar sus productos.
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En una finca en lo alto del barrio Naranjo, en Fajardo, entre árboles de cacao y la apacible vista lejana al mar, existe un sueño con sabor a chocolate.
La brisa constante y el verdor circundante son varios de los encantos que hacen agradable el recorrido por la Hacienda Chocolat, en la falda del Bosque Nacional El Yunque, para conocer de cerca uno de los primeros pasos en la creación de barras de esta delicia, con inspiración boricua.
Yadira Vázquez, propietaria de Hacienda Chocolat, es la responsable de dar forma a un anhelo que vislumbró desde sus días de crianza, pero que decidió comenzar a materializar en 2014, en el espacio de 27 cuerdas.
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La oportunidad de visitar la finca a una altura de cerca de 1,000 pies sobre el nivel del mar, ofrece mucho más que un encuentro para saborear la calidad de sus productos. Permite, además, conocer sobre las motivaciones para seguir dedicados a un proyecto que mantiene el enfoque en estándares superiores, lo que los han llevado a recibir premiaciones a nivel internacional como el de 2021, cuando su producto agrícola fue seleccionado como uno de los mejores 50 cacaos del mundo, con la distinción de plata de los premios Cacao of Excellence. En 2023, The Academy of Chocolate les otorgó el galardón de plata por su barra de 75% de chocolate oscuro, y el de bronce por la del blanco caramelizado con inclusiones de café y cacao.
José Julián Rodríguez Vázquez, director de operaciones de Hacienda Chocolat, manifestó cómo estos logros les han dado espacio en la historia de Puerto Rico. “Tenemos el beneficio de que participamos en ambas competencias de ambas industrias, del cacao y de chocolate”, especificó con orgullo, y destacó que, con las distinciones, los tres productos se convirtieron en “las primeras barras puertorriqueñas en recibir una premiación”.
El ejecutivo destacó parte del esfuerzo que ha implicado la misión de formar parte del concepto “del árbol a la barra”, y cómo persisten en su visión. “La mayoría de los que crecen cacao no elaboran chocolate, y la mayoría de los que hacen chocolate no crecen cacao. Somos muy pocos los que, del árbol, llevamos a la barra. Por eso se nos denomina como unos fabricantes de chocolate ‘from tree to bar’. La mayoría de los chocolateros artesanales son ‘bean to bar’, que compran las semillas secas”, expuso.
“Nosotros entendemos que esta parte de ser ‘tree to bar’, sí, es más labor, porque estamos hablando de mantener una propiedad, de una siembra de cacao con su empleomanía y sus pasos a seguir, y también, una fábrica de chocolate (en Río Grande), pero entendemos que es clave en nuestro producto final, la barra de chocolate artesanal, en cuestión de su calidad, porque es un proceso largo y cada paso es esencial en ese sabor final de la barra de chocolate”.
¿Cuánto demora crear esa barra de chocolate artesanal hasta que llega a las manos del consumidor?
“Hay varios ‘timelines’”, respondió, y explicó que la alternativa de sembrar el cacao en semilla aumenta los años de espera para crear un producto. En el caso de Hacienda Chocolat, principalmente, optan por el injerto. Los primeros árboles que se sembraron corresponden a variedades clonales del Tropical Agriculture Research Station (TARS), en Mayagüez, según especificó.
“Supongamos que en enero de 2025 sembramos nuestro árbol de injerto y en tres años tenemos nuestras primeras mazorcas de cacao. Estamos hablando de 2028, eso suponiendo que ya tienes la receta y quitamos ese proceso de aprender a elaborar el cacao”, detalló. “La fermentación son unos seis días, aproximadamente. El secado son otros seis a ocho días. Vamos a decir que fueron siete, ya estamos en 13 días”, siguió sumando. “Por lo general, el cacao se deja un tiempo después de secado, así que vamos a suponer que lo almacenamos por tres meses. Después de eso, tostamos, que el proceso son minutos. En media hora ya terminaste de tostarlo. Hay que separar la cáscara de la semilla. Esos son varios minutos también. Lo tiramos también en lo que es el paso de la molienda”, que es de dos a tres días. Luego se deja reposar por al menos dos semanas. Posterior a eso, se atempera y se moldea. “Yo te diría que son como de cuatro a cuatro años y medio en lo que nosotros podemos probar esa primera barra de chocolate”.
El comienzo
“Hacienda Chocolat se establece en el 2014, pero la idea vive en la cabeza de mi mamá (Yadira) por muchísimos años”, afirmó con nostalgia. “No es hasta el 2012 que ocurren unos cambios en su vida y en el 2013 ella dice ‘¿sabes qué?, tengo esta finca’, en ese momento teníamos 27 cuerdas, ‘yo voy a sembrar cacao’, y ahí ella investiga y encuentra lo del programa de Cortés”. Se refiere al proyecto liderado por Eduardo Cortés, de Cortés Hermanos, para distribuir árboles para la siembra. “Aquí es donde se empiezan a sembrar esos primeros 1,000 árboles”.
Su primera cosecha la esperabam para el 2017, pero el huracán María afectó los planes. “Estuvimos una semana tratando de llegar a la finca”, recordó. “Una vez logramos llegar a la propiedad, no había nada. Se había pelado por completo la montaña, y tuvimos que empezar nuevamente, y no es hasta finales del 2019, principios del 2020, que vimos nuevamente cacao en esta finca”.
La dedicación ha ido brindando sus recompensas. “En el 2024 tenemos unos 3,500 árboles sembrados, aproximadamente”. El resultado le complace. “Ya sabemos que Puerto Rico tiene buen cacao y tiene buen chocolate”.
El recorrido
Tras varios minutos de ruta en auto por la montaña, la experiencia inicia con el encuentro en el solar de estacionamiento a la entrada de la hacienda. Una vez allí, se busca a los visitantes a través de vehículos todoterreno para llevarlos al mirador de madera donde comienza la aventura. Desde el lugar, en un día despejado, se divisa a lo lejos la costa de Fajardo y la isla de Palomino y Culebra.
Luego de disfrutar la vista, que incluye escenas de El Yunque, comienza la ruta a pie, donde además de ver los árboles de cacao y sus frutos, escucharás anécdotas y datos sobre el origen de Hacienda Chocolat y conocerás sobre el proceso para crear chocolate. Saborear la semilla de cacao para notar su contraste con el del chocolate, forma parte de la experiencia.
Luego del tramo que comprende alrededor de media hora, el visitante llega a un segundo mirador donde podrá disfrutar de una bebida caliente de chocolate y del ofrecimiento de charcutería, mientras se deleita con los sonidos de la naturaleza. También podrá probar la semilla de cacao procesada, labor que se realiza en las instalaciones de Río Grande.
El arte de degustar chocolate complementa la experiencia, con las muestras a probar de cuatro de sus variedades: 75% cacao, 65% cacao, 55% “dark milk” y otra blanca caramelizada con inclusiones de café y cacao.
Los recorridos, que por lo general tienen una duración de dos horas, se ofrecen ciertos sábados y domingos y es solo mediante reservación, la que se puede hacer a través de su página en línea, haciendachocolat.com.
Entre sus diversos “tours”, existen varios con opciones de maridaje con cava, ron o whiskey. Este próximo domingo, 15 de diciembre, realizarán una degustación de chocolate acompañada de ediciones limitadas del whisky The Macallan.
Los interesados en adquirir sus productos pueden acceder a su tienda virtual o visitar el local de Hecho en Puerto Rico en el tercer nivel de Plaza Las Américas.
Para más información sobre los recorridos y reservar una visita, accede a haciendachocolat.com, a sus redes sociales o escribe a hchocolatpr@gmail.com.