Toman el control de sus comunidades
Líderes comunitarios dan cátedra de empoderamiento y de lo que se puede lograr con la autogestión y la unión de fuerzas.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 5 años.
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La necesidad de contar con un servicio de agua potable en regiones remotas o de escasos recursos, ha llevado por años a muchas comunidades de todo Puerto Rico a desarrollar organizaciones de autogestión y empoderamiento para poder garantizar ese servicio básico entre sus vecinos.
Pero, luego del paso del huracán María, estos proyectos cobraron mayor vigencia y resaltaron la necesidad de unir esfuerzos para buscar soluciones a una o más necesidades en común.
Por eso, con el fin de compartir logros, dificultades experiencias en general dentro de sus respectivos proyectos, se celebró el pasado sábado el Primer Encuentro Regional de Acueductos Comunitarios con la participación de organizaciones de distintos pueblos de Puerto Rico.
La actividad fue organizada por la Fundación Comunitaria de Puerto Rico y el Comité Comunal del barrio Corcovada, una comunidad que ha desarrollado distintos proyectos de autogestión, incluyendo un acueducto que funciona con energía renovable.
“Esta es la primera vez que los acueductos se empiezan a reunir y a mirar, no desde la lógica académica o gubernamental, sino desde la óptica de la comunidad. Mirándose y preguntándose ¿Cuáles son nuestros saberes? ¿Cuáles son nuestros logros? ¿Cuáles son nuestros retos y cómo los podemos enfrentar?”, comentó Carlos Adorno, consultor del programa de aguas de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico.
Según Adorno, en Puerto Rico existen cerca de 250 áreas que tienen acueductos comunitarios, que son ejemplo de lo que es el apoderamiento de una comunidad. Sin embargo, muchos eran desconocidos por el resto de la sociedad e incluso, entre las mismas comunidades.
Corcovada es considerada una de las comunidades más organizadas de la zona y se fundó en el 1960; actualmente se compone de 162 familias.
Además del acueducto, cuentan con un Centro de Convenciones, un área recreativa con cancha de baloncesto, parque de béisbol y un área de recreo para niños. De igual forma, la comunidad se hizo cargo de una escuela que había sido abandonada hace décadas y allí desarrolló un centro de usos múltiples que cuenta con gimnasio y salones de computadoras y ofrecen clases de inglés, ferias de salud y muchas otras actividades para beneficio de todos los residentes del área.
“María sacó a la visibilidad un montón de realidades de nuestro Puerto Rico, como la pobreza. Pero también reveló los acueductos comunitarios, que es parte de esa realidad invisible del espectro social que vivimos. Es hermoso porque dan cátedra de lo que puede hacer el país cuando nos organizamos, cuando gestionamos y decidimos no esperar por nadie y asumimos el control de la vida comunitaria del País”, apuntó.
A la actividad acudieron representantes de comunidades de distintos pueblos como Guayabota de Yabucoa, Camino Pagán y Juan Hernández de Adjuntas, Perichi en San Germán, Cerro Gordo, Camino Negrón e Higüey en Aguada y otras comunidades de San Sebastián, Arecibo, Yauco y Añasco, así como estudiantes del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico, que colaboran en otras iniciativas comunitarias, entre otros.
“Aquí vemos cómo una comunidad que está aparte de las facilidades del gobierno se ha logrado desenvolver de forma unida. Nosotros estamos en una zona más cerca, llevo 12 años tratando de llevar esta misma idea en nuestras comunidades y veo aquí el ejemplo vivo. Es algo que nos motiva a hacer lo mismo”, sostuvo Wilfredo Bonilla, de la comunidad Gabino Negrón en Aguada.
Como parte de las actividades durante el encuentro, se llevó a cabo un panel titulado “Los Saberes y Experiencias de Autogestión Comunitaria, donde los participantes establecieron cuáles eran los logros y los retos que sus proyectos han enfrentado en los pasados años y sus proyecciones para años futuros. Además se celebraron charlas sobre desarrollo económico, mesas de trabajo y discusión en la que los invitados intercambiaban información sobre sus experiencias, entre otras actividades.
“Con esta actividad buscamos una unión entre todas las comunidades para podernos ayudar. No es que nosotros lo sepamos todo. También queremos aprender de otras comunidades y ayudar a las que están todavía en proceso de desarrollarlas”, sostuvo Iris González, presidenta del Comité Comunal de Corcovada.