¿Sabes quién tomaría decisiones sobre tu cuidado médico si tú no pudieras? Si esto es algo que te preocupa, estás en buena compañía.

Las relaciones familiares complejas o conflictivas, así como un creciente número de personas que viven solas, hacen que a muchos adultos jóvenes y mayores les preocupe quién decidirá sobre su cuidado si en algún momento un accidente o enfermedad los dejara inconscientes y sin capacidad para expresar sus deseos.

Directrices anticipadas: una solución

“Las directrices anticipadas o previas de voluntad son un documento legal sencillo con el que puedo dejar claro quién y qué tipo de decisiones se pueden tomar sobre mi cuidado de salud en caso de que esté inconsciente o en coma y no pueda decidir por mí mismo”, explicó la licenciada Dalila Allende, directora de Ética y Cumplimiento de Triple-S.

La licenciada Allende ofrece orientaciones sobre temas legales como parte de la iniciativa Contigo Cuidador de Triple-S y este es un tema que sale frecuentemente en las conversaciones con los participantes de los talleres.

¿Cuáles son sus beneficios?

“Los beneficios son múltiples. Te aseguras de que se respetarán tus deseos, facilitas la toma de decisiones en un momento crítico, los proveedores de salud sabrán a quién dirigirse para solicitar autorizaciones, aminoras la posibilidad de disputas familiares en un momento de crisis. Además, no todos en una familia tienen los mismos valores y creencias, lo que dificulta la toma de decisiones y puede causar grandes fricciones”, aseguró la abogada.

¿Qué debemos tomar en consideración?

Debes considerar tus valores. Por ejemplo, cuán importante es para ti ser independiente y autosuficiente. ¿Quieres que se tomen todas las medidas posibles, aunque sea para prolongar un poco tu vida aunque estés en estado vegetativo irreversible?

Aunque es muy difícil predecir cuáles son las situaciones médicas a las que uno pueda enfrentarse, es recomendable tener una discusión franca con tu médico de confianza sobre los tratamientos más comunes que se utilizan para prolongar la vida. Conocer sobre estos procedimientos te ayudará a tomar una decisión informada.

Entre los tratamientos que puedes prohibir o aceptar bajo ciertas circunstancias especificadas por ti, se encuentran:

  • Resucitación cardiopulmonar (CPR, en inglés)
  • Ventilación mecánica
  • Diálisis
  • Uso de antibióticos y antivirales
  • Si deseas ser donante de órganos y tejidos

Hay ciertos procesos sobre los cuales no podrás disponer. Por ejemplo, si la muerte no es inminente, el proveedor continuará hidratando y proveyendo alimento al cuerpo mientras este pueda absorberlos. Igualmente, si la enfermedad es dolorosa, se continuará suministrando medicamentos para aliviar el dolor.

Es importante saber que si la persona que otorga la declaración previa de voluntad es una mujer embarazada, la directriz será válida luego de que ocurra el parto. Esto se hace para proteger la nueva vida que está por nacer.

También puedes designar a una persona para que te represente y tome decisiones en tu nombre en el momento en que tú no pudieras. Esto es importante, pues aunque las directrices anticipadas pueden ser sumamente específicas, no es posible anticipar todas las posibilidades y siempre es conveniente contar con alguien que pueda representarte.

¿Quién debe ser mi representante?

Antes que todo, debe ser una persona de tu confianza; además:

  • Debe conocer tus deseos y estar dispuesto a tomar decisiones en situaciones de condiciones terminales.
  • Debe ser capaz de defender tus deseos cuando surjan diferencias entre tus seres queridos sobre cuál debe ser tu cuidado.
  • Puede ser tu cónyuge, pareja, amigo o un familiar. También pudieras designar a representantes alternos por si se da el caso de que tu representante no puede desempeñar su rol.

La licenciada Allende subrayó que este tipo de decisión se debe revisar con alguna frecuencia. “Por ejemplo, cuando hay cambios en tus circunstancias de vida como divorcios o problemas familiares, es recomendable que revises quién será tu representante”.

Cómo hacerlas y con qué requisitos debes cumplir

En Puerto Rico, cualquier persona mayor de 21 años puede expresar sus preferencias en cuanto al tratamiento médico que desea recibir a través de las directrices anticipadas. Lo que necesitas:

  • Debes ser mayor de 21 años y estar en pleno uso de tus facultades mentales.
  • No tienes que estar enfermo para hacer la declaración previa.
  • Puedes hacer un acta o declaración jurada ante un notario público o persona autorizada por el Gobierno de Puerto Rico para autenticar firmas.
  • También puedes hacerlo ante la presencia de un médico y dos testigos que no sean las personas que te cuidarían o tus herederos.

Una vez tengas tus directrices anticipadas, debes darle una copia a tus médicos y proveedores de servicios, como los hospitales.

¿Y si cambio de opinión?

Puedes cambiar de opinión en cualquier momento y lo único que tienes que hacer es otorgar un nuevo documento. Es recomendable que incluyas una cláusula indicando que todo documento anterior queda derogado. Entrega a tus proveedores de servicios de salud el nuevo documento y solicítales que destruyan el anterior.

Para conocer más sobre cuidadores y otros temas de salud, accede la página web de Triple-S Advantage: https://advantage.grupotriples.com/cuidadores/