Mantenernos tranquilos y armoniosos en nuestra frecuencia interna mientras nos ocurren situaciones que nos causan frustración, duda o dolor, no es tarea fácil. Pero nadie nos ha dicho que lo sería, es trabajo. Ahora bien, ese sentimiento de paz sí es posible incluso dentro de esos momentos que nos retan. ¿Cómo lo hacemos? Tenemos que estar bastante firmes en nuestra fe. Y además de respirar constante y profundamente mientras la vida nos vive y viceversa, agradecer con intención real inmediatamente nos acomoda en un lugar interno de tranquilidad y aceptación para seguir moviéndonos.

Hoy decidí sentarme a escribir razones por las cuales estoy agradecida. Lo curioso fue, que navegando en la gratitud comenzaron a surgir algunas no pensadas. Como el viento, los recuerdos magníficos del pasado, los cinco sentidos, el ruido del abanico, las palmas que puedo ver desde la ventana, todo aquello que me hizo superarme a mi misma, la isla en que vivo, sus playas y montañas, el trabajo, la gente y lo que nos une. ¡Son muchas las bendiciones que podemos contar en nuestro día!

En momentos, nos podemos sentir atrapados en la emoción de frustración o impotencia al pensar que no podemos hacer nada para solucionar los problemas del mundo. Entonces, para ver esa paz en el país, la armoniosa convivencia, debemos comenzar a practicarla en nuestra vida individual primero. Hagamos el trabajo con nuestros seres queridos, sanemos conflictos, perdonemos, exaltemos las virtudes, no pretendamos la perfección en el otro. Son muchas más, las cosas que tenemos en común que las que nos separan.

¿Qué estamos haciendo en el día a día con esos segundos que se van y que no los podemos guardar para usar después?

¿Será que si le quitamos el enfoque a lo que aparenta ser negativo todo se transforma? ¿Y si nos fijamos en la bendición que se manifiesta constantemente en cada situación? Hagámonos nuestras preguntas para crecer y estar cada vez más livianos. ¡Adelante!

Sugerencias:

1. Valora a cada momento desde que despiertes todo el bien que ocurra a tu alrededor.

2. Busca en la web “buenas noticias”.

3. Planifica como parte de las tareas del día hacer el bien a alguien que no conozcas.

4. Disfruta la sensación que te produce hacer las cosas bondadosamente.

5. Mantén una sonrisa en tu expresión.

6. Saca tiempo para hablar de las cosas buenas que vives o presencias.

7. Si sientes que alguien no actúa desde la bondad hacia ti, no lo tomes personal no tiene que ver contigo.

8. Para ser feliz da “Lo Mejor de Ti”.