Acercándonos a la fecha en que muchos reflexionan sobre razones para agradecer, gestión que genera placer y también nos ayuda a mantenernos en optimismo, es momento de sacar tiempo para la gestión. El aprecio nos sirve para expandirnos, cuando también se practica la gratitud por aquello que se aleja de la lista que nos saca una sonrisa.

Apreciar o agradecer por todo el bien que se manifiesta en nuestras vidas, es fácil. Sin embargo, las situaciones de desafío que son parte de nuestro camino de igual modo llegan (o las buscamos) para trabajar en nosotros mismos en este planeta escuela, todo suma para bien.

¿Qué pasa cuando no nos agrada lo que sucede? Estamos invitados a dar “gracias” por absolutamente todo. ¿Pero porqué agradecer lo que parece ser negativo? Porque es una perfecta oportunidad para ir a la causa en nosotros mismos, observar nuestras quejas, cuánto agradecemos en el año y cómo está esa balanza. Podemos movernos hacia nuestra naturaleza de amor, capacidad de mutación y alegría disponibles constantemente, y con esfuerzo diario, practicar la gratitud creando una nueva actitud. Al agradecer lo incómodo, estamos inmediatamente aportando a un cambio de reactividad a pro-actividad, nos hacemos más creativos impulsándonos a salir de nuestra zona de confort. Entonces lo que parece negatividad pasa a ser parte de la armonía que se necesita para vivir desde nuestro centro dentro de las circunstancias que nos rodean. No se puede valorar lo positivo si no se comprende el negativo. El mecanismo para restablecer el equilibrio es mantenernos en una actitud de agradecimiento.

Cuando nos sentimos alejados de la práctica nos quejamos porque nos falta algo, perdimos algo o queremos algo que no tenemos. Al mantenernos en el hábito de agradecer, el enfoque se mueve de lo que aparentemente nos falta hacia lo que ya tenemos. Seguramente algunos que leen este escrito pasan por algún profundo pesar o problema y el reto sea mayor, así mismo al intentarlo con paciencia y comprensión ante sus emociones, podrían ir poco a poco sintiendo un cambio.

Comencemos siempre por lo más simple. Decir gracias por lo que pasamos por desapercibido especialmente cuando caemos en las rutinas diarias. La vida, el lugar donde dormimos, las experiencias, la naturaleza, las oportunidades, amistades, familia, el amor, son algunas para comenzar el ejercicio. Demos también gracias por lo que no nos agrada, así, la energía se transforma ofreciéndonos una perspectiva más amplia de las situaciones, y la opción de reconocer que el malestar también pasará como pasa la lluvia dejando salir nuevamente el sol.

Seamos pacientes en el proceso, con confianza y gestión demos inicio al día de acción de gracias haciendo lo propio.

Gracias:

  • Porque respiro
  • Por el techo donde vivo
  • Por el cuerpo que tengo
  • Por el trabajo
  • Por estar vivo
  • Por las amistades
  • Por la familia
  • Por las experiencias
  • Por los aprendizajes
  • Por el sol
  • Por la lluvia
  • Por los animales
  • Por la comida
  • Por lo que tengo
  • Por lo que no tengo

¡Haz tu lista! Feliz día de Acción de gracias para todos. A ustedes, gracias por pasar por este espacio digital y leer lo que les comparto.