Una actitud positiva te puede llevar a alcanzar grandes metas, y también te ayudar a salir hacia delante, aunque el mundo se te esté cayendo encima.

Hace unos días hablé con una mujer que es madre de tres niñas, todas con condiciones de salud y ella es paciente de fibromialgia y artritis reumatoide. Su nombre es Suheily Cruz.

Cuando escuché su historia me conmovió porque en varios momentos de la conversación que tuvimos, expresaba agradecimiento por la vida y tenía buena actitud ante las adversidades que ha enfrentado.

Le pregunté si trabajaba y me dijo que no, que solo trabaja su esposo ya que ella se dedica a atender a las niñas. Mientras las hijas están en la escuela, Suheily asiste a sus citas o se le llena la agenda con citas de asuntos de sus hijas, la mayoría con el Departamento de Educación.

La madre de 37 años me contó que los ingresos en su casa se van, en su mayoría, en gastos médicos. Por esta razón, ella aprovecha la época navideña para realizar unos saquitos personalizadospara la venta y de esa manera tener un ingreso para comprar los regalitos de sus hijas y medicamentos.

Al ser paciente de fibromialgia y artritis, esta manualidad le da trabajo, pero eso no amilana su deseo de hacer algo para aportar a la economía de su casa.

“La vida sigue y no podemos esperar. Si miramos más atrás hay gente peor que nosotros y no podemos por eso dejarnos caer, tenemos que seguir y más por nuestros hijos y darles lo mejor que se puede”, expresó Suheily con mucha firmeza.

“Si uno se va negativo las cosas nunca van a salir”, aseguró. ¡Cuánta razón tiene esta mujer!

A veces nos quejamos de cosas pequeñas y no hacemos el ejercicio de mirar hacia el lado, porque siempre hay gente que tiene pruebas mayores. De estas personas con actitud positiva y alegría hay que aprender y por eso decidí redactar esta entrada.

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