Palabras que han entrado al reino
“El reconocimiento de nuevos términos por parte de la RAE y otros diccionarios es un testimonio de cómo las influencias culturales, tecnológicas y sociales moldean nuestra forma de hablar”
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Los idiomas evolucionan.
Es normal que, a base del uso, haya términos que antes se consideraban incorrectos y que ahora han pasado a ser reconocidos en el diccionario de la Real Academia Española (RAE), entre otros.
En algunos casos, aunque aparezcan en el diccionario, es posible que sus usos no sean recomendados. Veamos:
Aplicar- Antes se decía que ‘aplicar’ no era sinónimo de ‘solicitar’. Desde el 2019, debido al uso extendido en América de este anglicismo (‘to apply’), el ‘Diccionario de la lengua española’ ha incluido la definición de “Presentar una solicitud oficial para algo, como un puesto de trabajo, una beca o una plaza en la universidad” (ejemplo: “Voy a aplicar para el puesto de gerente de la empresa”). Así pues, ya es válido llenar una ‘aplicación’ o ‘aplicar’ para un empleo.
Aruñar- Por lo general, el término aceptado para referirse al acto de “raspar, rasgar, herir ligeramente la piel con las uñas” es ‘arañar’, con ‘a’. Sin embargo, debido a que la acción se suele realizar con las uñas, se ha popularizado en el habla coloquial el uso de la palabra ‘aruñar’, con ‘u’. La RAE recomienda el uso de ‘arañar’ en contextos más formales.
Compulsorio- Es una palabra registrada en el ‘Diccionario de americanismos’ como un término usado en Puerto Rico para referirse a ‘obligatorio’ (ejemplo: “Es compulsorio el uso de la mascarilla”). La palabra viene del inglés ‘compulsory’.
Data- En español, el plural de ‘dato’ es ‘datos’. Sin embargo, se reconoce en el ‘Diccionario de americanismos’ y en el ‘Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico’ el uso de ‘data’ como un puertorriqueñismo, definido como “Conjunto de datos estadísticos” (ejemplo: “La data reciente es muy reveladora”). Al igual que con otros regionalismos, hay que tener en cuenta que su uso no es recomendado en otros contextos geográficos.
Doméstico- Según el diccionario de la RAE, este término se refiere a todo aquello perteneciente a la casa o el hogar (ejemplos: ‘servicio doméstico’, ‘animal doméstico’). En algunos países de América, se incluye el significado que tiene la palabra en inglés ‘domestic’, como sinónimo de ‘nacional’ (‘vuelo doméstico’). Según la cuenta de Twitter de la RAE, es preferible usar el término en español (‘vuelo nacional’).
Empleomanía- Según el ‘Diccionario de americanismos’, en las islas hispanoparlantes del Caribe se registra el término ‘empleomanía’ para referirse al “conjunto de trabajadores al servicio de una entidad, generalmente pública”. Fuera de esta región, se prefiere el uso de la palabra ‘empleados’.
Envolverse- Se dice que lo único que se envuelven son los regalos. Sin embargo, una de las definiciones de ‘envolver’ es “Mezclar o complicar a alguien en un asunto o negocio, haciéndole tomar parte de él”. Así pues, es correcto decir que una persona está ‘envuelta’ en un asunto, como sinónimo de ‘involucrar’.
Primero que nada- Las expresiones coloquiales ‘antes que nada’, ‘primero que nada’, ‘antes que todo’ y ‘primero que todo’ son todas válidas y se pueden utilizar indistintamente. La RAE recomienda utilizar las opciones más cultas como ‘antes de nada’ o ‘en primer lugar’.
Printear- Este anglicismo está reconocido como sinónimo de ‘imprimir’ en el ‘Diccionario de americanismos’. Es aceptable utilizarlo en algunos países como Puerto Rico, Ecuador y Estados Unidos, entre otros, aunque se prefiere la palabra en español, ‘imprimir’.
El reconocimiento de nuevos términos por parte de la RAE y otros diccionarios es un testimonio de cómo las influencias culturales, tecnológicas y sociales moldean nuestra forma de hablar. El lenguaje es vivo y hay que permitir que fluya y respire… aunque nos choque.
Exdecano y profesor de la Escuela de Comunicación Ferré Rangel de la Universidad del Sagrado Corazón y fundador del movimiento En Buen Español. Experto en comunicación y amante del lenguaje. Conferenciante internacional sobre temas relacionados con el poder de la palabra. Autor del libro 'Habla y redacta en buen español' (2011) y 'En buen español: El libro de las curiosidades de nuestro idioma" (2020). Apasionado de la historia, la educación, la fotografía y el mar. Esposo de Mirté y padre de Sebastián, Alejandro, Mauricio y Mariana (y del perrito Muni Cipio).
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