La que nos tocó vivir, no es la primera pandemia… ni será la última.

En las postrimerías de la Primera Guerra Mundial, mientras miles morían en las trincheras de los campos de batalla en Europa, un virus conocido como ‘la gripe española’ devastó en pocos meses a poblaciones alrededor del mundo y causó la muerte a unos 50 millones de personas. En Estados Unidos, a causa de este virus, murieron 675,000 personas en el 1918, lo que representa más pérdidas de vidas estadounidenses que la suma de todas las guerras y conflictos bélicos que pelearon durante el siglo XX. Por cierto, el nombre de ‘gripe española’ crea la falsa impresión de que el virus se originó en España, cuando la realidad indica que el ‘paciente cero’ provino de un condado de Kansas en Estados Unidos.

Unos años antes, en el 1856, hubo una epidemia de cólera en Puerto Rico que causó la muerte a sobre 25,000 personas, en una isla en que habitaban cerca de medio millón de personas. Este virus, que dicen que entró por Naguabo como resultado del contrabando de ganado, se transmitía a través del consumo de líquidos o comida contaminados. Atacaba el sistema digestivo, y causaba diarreas y vómitos tan intensos que provocaban la rápida deshidratación de los enfermos y su sucesiva muerte. Los más afectados eran los pobres y marginados, quienes no poseían métodos de higiene adecuados.

En aquel entonces, el virus se propagó alrededor de toda la isla, principalmente en las zonas más habitadas de la costa. En las montañas se reportaron menos casos, debido al número reducido de personas que habitaban en esas zonas y al distanciamiento natural que existía entre ellas. Aún así, todos y cada uno de los municipios de Puerto Rico fueron afectados por el virus…

Todos, excepto uno: Morovis.

Cada vez que se hacía referencia al tema del cólera en aquella época, todo el mundo decía que el virus había afectado a “la isla, menos Morovis”. De ahí viene su cognomento (nombre que adquiere un pueblo como resultado de unas circunstancias notables).

Con el COVID-19, ya este hermoso pueblo no puede alardear de tener este privilegio. Al momento de escribir esta columna, ya Morovis cuenta con 38 casos reportados. De hecho, todos los municipios de Puerto Rico han tenido casos de coronavirus. Ahora bien, hay uno que, al igual que Morovis hace 150 años, por poco se lleva el título de quedarse fuera de las estadísticas: Culebra. Hasta el momento, solo hay un caso reportado de COVID-19 en este municipio.

Las epidemias han sido protagonistas de nuestra historia a través de los siglos. Es gracias a ellas, por cierto, que en Puerto Rico sigamos hablando español y no inglés. Resulta que, en el 1598, un corsario inglés llamado George Clifford, conde de Cumberland, logró invadir a Puerto Rico mediante un desembarco por el área del Escambrón y atacar las fuerzas españolas de San Juan por tierra, en vez de por mar. Esto obligó al gobernador del momento, Francisco de Mosquera, a rendirse y a encerrarse con la población de la ciudad en el castillo del Morro. Durante un mes y medio los ingleses estuvieron a las afueras del Morro en control de la isla, por lo cual del 1 de junio al 24 de agosto de 1598 fuimos una colonia inglesa. ¿Qué nos salvó de ese destino? Una epidemia de disentería que acabó con las tropas inglesas y los obligó a huir de la isla.

Si no llega a ser por esa epidemia, hoy día hablaríamos todos inglés, con la excepción, quién sabe, de Morovis…