El nombre del ‘bikini’ se lo debemos a una estríper (sí, la palabra ‘estríper’ existe; es la forma españolizada de ‘stripper’ para referirse a la persona que practica el estriptís, es decir, que profesionalmente se desnuda en público).

Resulta que un ingeniero francés de automóviles, Louis Reard, inventó el famoso traje de baño de dos piezas que vemos comúnmente en las playas hoy día. Era el año 1946 y, hasta aquel entonces, las mujeres solían ir muy vestidas y recatadas a los balnearios franceses. Ante esto, no era de sorprenderse que la presentación de un traje de baño que dejaba muy poco a la imaginación iba a causar furor y escándalo entre el público conservador de aquella época.

Ante esto, a Reard se le hizo muy difícil conseguir una modelo profesional que estuviese de acuerdo en mostrar su cuerpo casi desnudo vistiendo ese revolucionario traje de baño. Su única opción era contratar los servicios de una persona acostumbrada a mostrar, en público, su cuerpo al natural.

La fecha fue el 5 de abril de 1946 en la Piscine Molitor, una piscina pública muy popular en París. Micheline Bernardini, una joven de solo 19 años de edad, francesa de ascendencia italiana, se hizo famosa ese día al ser la primera mujer en exhibir en público el nuevo y revolucionario traje de baño. En aquel entonces, Micheline trabajaba como bailarina nudista en el famoso Casino de París.

El nombre ‘bikini’ también se le debe a ella. Cuando Louis Reard le pidió que modelara ante los parisinos el innovador traje de baño, ella dijo: “Este desfile va a ser más potente que la bomba del atolón Bikini”.

Un ‘atolón’ es una isla coralina oceánica que suele tener una forma de anillo. Es un proceso que toma miles de millones de años, mediante la formación de un coral que rodea una isla volcánica. Con el paso del tiempo, el coral crece y la isla se hunde, dejando un lago en el interior del anillo coralino.

Pues resulta que cinco días antes del famoso desfile de Micheline Bernardini, los Estados Unidos habían hecho una prueba nuclear en el atolón Bikini, uno de los atolones que componen las islas Marshall en el océano Pacífico. Esa noticia estuvo muy fresca en la mente de todos durante aquellos días, y Micheline hizo aquel comentario que cambiaría el rumbo de la historia. A partir de ese día, el bikini sería una palabra muy común alrededor del mundo.

El impacto que Micheline tuvo en París con su bikini fue extraordinario. En los días subsiguientes, la bailarina recibió unas cincuenta mil cartas de admiradores. Pero la moda del bikini aún tardaría unos años en popularizarse. No fue hasta el 1960 que se dispararon las ventas de este traje de baño gracias a la hermosa y sensual actriz francesa Brigitte Bardot, quien posaba ante las cámaras, vistiendo sus provocadores bikinis, en las playas del Mediterráneo francés. Luego, actrices como Marilyn Monroe y Jane Fonda trajeron la moda del bikini a los Estados Unidos.

Al final, resulta interesante conocer los orígenes de muchos términos que usamos día a día; la historia del bikini es un ejemplo de esto. La próxima vez que vayas a la playa, tendrás algo curioso que contarle a la persona que tendrás a tu lado, gracias a Micheline Bernardini, la estríper francesa que, sin saberlo, creó una palabra que sería parte del léxico de muchos países alrededor del mundo.