“Aaaaaguaaaaaa pa’ los gallos”. “Chácata de tres”. “Gulú, gulú y pa’ dentro”. “Saaaaaaaalsaaaaa”.

Estas son algunas de las frases que vienen a mi mente al pensar en el juego entre Puerto Rico y Lituania este pasado domingo, 7 de julio en el Coliseo de Puerto Rico.

Lituania era el equipo más temido, pero los nuestros entraron a la cancha con el abrazo de toda una nación que se había reunido para enviarle los mejores deseos.

Ya van 20 años desde aquel momento icónico en Atenas, Grecia, en el que nuestro Carlitos Arroyo agarró su camisa y alardeó al ganarle al Dream Team de los Estados Unidos.

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Veinte años que no clasificamos para las Olimpiadas en el baloncesto masculino, hasta este pasado domingo.

El 28 de julio los nuestros jugarán en París, ante Sudán del Sur como parte de la acción del grupo C. Los nuestros también tendrán que enfrentarse contra Serbia y Estados Unidos. Cabe señalar que tenemos nuestras esperanzas puestas en los boricuas, pues en el 2023 le ganamos a Sudán.

Cada grupo jugará “round robin”. Avanzarán a cuartos de final los mejores dos de cada grupo y los mejores dos terceros lugares para un total de ocho.

El triunfo de los nuestros en este repechaje fue gracias al trabajo de un grupo de personas capitaneados por el gerente general del equipo, el gran Carlos Arroyo y de la mano del dirigente Nelson Colón.

El domingo pasado el país se vistió de rojo para apoyar a los nuestros. Y que bendición saber que los muchachos acompañarán a nuestras chicas del equipo de baloncesto femenino, quienes también clasificaron a Paris 2024. Nuestro orgullo patrio volverá a florecer al ver la monoestrellada hondeando sola, acompañada de nuestro himno nacional. ¡Que buen momento para estar vivos!

Desde Alvarado hasta Clavel hicieron de tripas corazones dejando el alma en la cancha. El domingo, en el periodo de 6:00 p.m. a aproximadamente las 7:36 p.m., la mayoría de nuestra gente estaba en alma y corazón en cada una de la jugada de los nuestros. Y qué bueno que no fue en vano. Arrancamos arriba, y así, de esa manera, nuestras esperanzas siempre estuvieron vivas. Desde los primeros dos puntos, los boricuas sabían que dominaban el juego, y cómo no dominarlo si el apoyo en la cancha era masivo, desde Bad Bunny hasta Ozuna.

El segundo juego al que se enfrentará nuestro equipo será contra Serbia, el 31 de julio y ante los estadounidenses será el último de la ronda preliminar el 3 de agosto. Allí se medirán ante LeBron James, Stephen Curry, Kevin Durant, Kawhi Leonard, Anthony Davis y Joel Embiid, entre otros, bajo la dirección de Steve Kerr, pero nosotros vamos a los nuestros y pagamos doble. Ya le ganamos al Dream Team hace 20 años, por qué no volver a repetir la historia.

Con la clasificación del Equipo Nacional, la delegación de Puerto Rico a los Juegos Olímpicos París 2024 llega a 52 atletas, incluido también el Equipo Nacional de baloncesto femenino. Serán días en donde el orgullo patrio se acrecentará y atrás podrán quedar -por momentos- los males que nos aquejan. Porque, como he dicho, los deportes, la música, la cultura, entre otros, avivan nuestra puertorriqueñidad.

Como he dicho en más de una ocasión, el deporte despierta nuestra identidad nacional y nos recuerda cuán boricua somos. Son esos pequeños momentos los que alimentan nuestro espíritu y la patria.

¡Gracias a nuestros muchachos por representarnos tan hermosamente! ¡Gracias por hacernos sentir vivos! ¡Gracias por permitirnos gritar Puerto Rico con todo nuestro corazón! Pero, sobre todo, gracias por alimentar los sueños de aquellos que algún día le darán continuidad a su gesta.