El valor de nuestros maestros
“Aquellos que no valoren la labor de un maestro, carecen de mucho... no olviden que fueron quienes nos enseñaron a leer, a escribir, a sumar, restar...”
![“Estamos trabajando para asegurar que todos los recursos necesarios para nuestros niños estén en cada escuela y salón de clases en agosto y dejemos atrás los inicios de clases sin maestros en los salones", dijo Keleher. (Archivo)](https://www.primerahora.com/pf/api/v3/content/fetch/image-resizer-v1?query=%7B%22website%22%3A%22primera-hora%22%2C%22imageUrl%22%3A%22https%3A%2F%2Fcloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com%2Fgfrmedia%2FUYQW57QL3BAX3OG4DOAJNB6P74.jpg%22%2C%22width%22%3A2560%2C%22redirect%22%3A%221%22%2C%22external%22%3A%221%22%7D)
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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“La escuela ha de edificar en el espíritu del escolar, sobre cimientos de verdad y sobre bases de bien, la columna de toda sociedad, el individuo” -Eugenio María de Hostos
Todos los días de mi vida agradezco ser maestra, profesora. Año tras año, los padres nos entregan la responsabilidad de educar a sus hijos. Eso siempre ha supuesto una responsabilidad inmensa, pues durante todo un año estos chicos y chicas estarán caminando junto a nosotros en eso que se llama vida escolar. Toda generación de estudiantes tiene su encanto y nos corresponde a los educadores descubrirlo.
Los maestros cargamos con muchísimas presiones y muchas veces no se nos toma en cuenta. Ya es un hecho que nuestro Gobierno no considera la educación al igual que la cultura como prioridad. Por tanto, nos corresponde a los educadores salir a la calle a demostrar lo contrario, nos toca hacer la diferencia y crear conciencia de que un País educado será un País más fuerte y con más posibilidades. Es ahí donde se solidifica mi pensamiento de que al Gobierno no le conviene tener un pueblo educado, pues por fin se le rebelaría. Es hora de rebelarnos. (De eso hablaremos en otro puño).
Soy fiel creyente de que nuestros jóvenes son el presente de nuestra nación. Y ahí vamos los maestros, día tras día, a trabajar nuestra propia revolución desde las trincheras de la sala de clase.
No es cualquier revolución, es una revolución educativa, una revolución de conciencia social, cultural y personal. Los resultados que logran los maestros año tras año son impresionantes. Cada año recibimos nuevos retos, pero también nuevas esperanzas, nuevas ilusiones y nacen nuevos sueños.
Aquellos que no valoren la labor de un maestro, carecen de mucho. A ellos les digo que no olviden que fueron los maestros quienes nos enseñaron a leer, a escribir, a sumar, restar, a conocer los planetas y a conocer nuestra historia. Gracias a ellos, hoy día puedes leerme.
Hay un desgaste colectivo. Fui testigo de ello en un compartir que tuve con un grupo de educadores. Compartiendo con ellos pude ver el cansancio que tienen y las frustraciones que les acompañan. Muchas veces los miembros de la administración, los padres, y algunos estudiantes no toman en cuenta todo lo que los maestros hacen para que su trabajo salga a flote. En el ajoro de la vida, los superiores olvidan que los maestros se gastan y que un espaldarazo vendría muy bien.
Directores, principales, padres y estudiantes: en la medida que puedan, reconozcan la labor de los maestros, déjenle saber cuán agradecidos están del trabajo realizado. A veces viene bien recibir esas palabras de gratitud, para que sirvan de estímulo.
Que lo que resta del semestre aprovechemos el tiempo al máximo y logremos grandes cosas con nuestros estudiantes. Hablémosle sobre la importancia de valorar la educación y de lo privilegiados que son al acercarse a las fuentes del conocimiento.
Habrá momentos fuertes, como siempre, colegas, pero no nos desanimemos. Pensemos en la aportación que le hacemos a la patria. Conquistemos los corazones de nuestros niños, niñas y jóvenes y logremos una hermosa experiencia para ellos. Lo que estamos haciendo vale la pena. ¡Ánimo!
Padres, paciencia con sus hijos, están en un proceso de crecimiento y aprendizaje; paciencia con los maestros están haciendo todo lo que está a su alcance. Estudiantes, sean felices y aprendan mucho más que antes. Crean y confíen en ustedes. ¡Que vivan los estudiantes! ¡Que vivan los maestros! Maestros, gracias por todo lo que hacen.