A darle cariño a nuestros teatros
Espero que nuestros espacios teatrales estén en mejores condiciones para el beneficio de todos.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Es de conocimiento popular que el teatro en Puerto Rico está en un buen momento. Todos los fines de semana hay una o varias obras en estreno para el disfrute de todo tipo de público.
Pero, a pesar que la oferta teatral cada vez es mayor, son menos las salas teatrales que productores, directores y actores tenemos a nuestra disposición.
Muchas veces se preguntan por qué la mayor oferta teatral se da en el área metropolitana y es por la falta de espacios de representación.
Un ejemplo en concreto es en el municipio de Ponce, donde queda ubicado el histórico teatro La Perla, el cual estuvo cerrado en 2017 tras el paso del huracán María, abrió sus puertas hasta el 2019, cuando se dañó el aire acondicionado y desde ese entonces ha permanecido cerrado.
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Durante el mes de marzo salió en los medios de comunicación que el teatro La Perla estará en labores de remodelación y abrirá sus puertas en marzo de 2024. Confiemos que así sea.
Recientemente, las funciones de “Los tóxicos”, programadas para el 6 y 7 de mayo en el Teatro Yagüez en Mayagüez, tuvieron que ser pospuestas para el mes de agosto. Esto debido a que la administración del teatro -una semana antes- nos indicó que una pieza del aire acondicionado estaba dañada. Lamentablemente, la única opción que nos dio el teatro fue la de aplazar, aún con dos funciones completamente vendidas. Esta situación trae mal sabor para todos, entiéndase producción y público que nos consume, ya que se había incurrido en varios gastos.
Urge que nuestras salas de teatro cuenten con un buen mantenimiento por parte de sus administradores, de esta manera nos aseguramos que el teatro pueda llegar a toda nuestra gente.
¿Por qué es importante el teatro? Porque permite transportar al espectador a otro mundo, hacer que se olvide de los problemas durante la función, llevarle a estados emocionales que comprenden de la risa al llanto. No tan solo es de beneficio para el público, sino también es tanto o más beneficioso para aquellos que están sobre el escenario.
Sé que en nuestro país hay otras prioridades y que muchas veces para algunos miembros del sistema en lo último que piensan es en las artes, la cultura y hasta la educación, pero es momento de cambiar. Es hora que los espacios teatrales sean parte de la agenda de tareas importantes de los municipios, de manera tal que se asegure el entretenimiento alrededor de todo el país.
Más allá de entretener, los espectáculos teatrales fortalecen la economía de un país. ¿De qué manera? Generando empleos, trae negocios a los restaurantes, bares, hoteles y establecimientos.
Un estudio sobre el ecosistema cultural de Puerto Rico afirma lo siguiente: “La cultura ha sido considerada como el cuarto pilar del desarrollo. Distintos países alrededor del mundo han reconocido que se trata de un eje transversal que interviene en todos los componentes del bienestar más allá de ser uno de sus elementos. El derecho a participar activamente en la vida cultural de un país ha pasado a ser un derecho humano reconocido por las Naciones Unidas, mientras que conceptos como los derechos culturales, diversidad cultural y democracia cultural han comenzado a elaborarse para atender los retos del campo”. En la medida que nos hagamos conscientes de esto, podríamos potenciar muchísimo más nuestra industria teatral.
Espero que nuestros espacios teatrales estén en mejores condiciones para el beneficio de todos.
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Actriz, teatrera y profesora. Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Con una maestría en Literatura Puertorriqueña y del Caribe, y casi por completar un doctorado en la misma disciplina. Comediante del programa “Raymond y sus Amigos” de Telemundo. Amante de los libros. Comprometida con la educación y la cultura puertorriqueña. Defensora de los derechos humanos. Mujer boricua valiente y luchadora.
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