Solo hasta luego
Ahora toca continuar la gesta en otros espacios, los conocidos y los que están por conocerse.
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Escribir esta columna me ha costado más trabajo que cualquier otra. Hoy despedimos el 2024, pero también me despido de ustedes, mis amados lectores. Estos dos años y medio que hemos compartido palabras siempre vivirán en mi memoria. Así que he decidido dividir esta columna por partes, como “Jack el destripador”, unas cuantas líneas dedicadas al año que termina y otras para despedirme de ustedes, o más bien decirles hasta luego.
¡Qué año el 2024! Año de elecciones, de apagones, olimpiadas, en fin, de mucha acción. Y ahí hemos estado como siempre, al pie del cañón, como lo que somos, la raza más brava. Atrás debe quedar lo ya vivido y debemos estar dispuestos a recibir el 2025 con ilusión, alegría, esperanza. Es momento de abrazar lo nuevo que se avecina. Todo lo nuevo conlleva incertidumbre, pero si se sabe estar despierto, esa incertidumbre genera sorpresas y de las buenas. Así que hoy, cuando se estén acercando las 12:00 de la medianoche, detente un momento para agradecer y para visualizar cómo quieres verte en el nuevo año y qué deseas para tu país. Si como colectivo ponemos todos nuestros buenos deseos, el país que soñamos y nos merecemos será posible.
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Y hablando sobre dar gracias, tengo que agradecer, en primer lugar, a Alexandra Fuentes por pensarme y recomendarme cuando pasó el batón de la columna. Gracias por haber sido el trampolín para conectar con mis lectores de Primera Hora. ¡Gracias a Primera Hora por estos dos años y medio extraordinarios! Gracias a Ana Enid, Karol, Mildred, Lester y Edlyn por semana tras semana recibir la columna con tanto compromiso.
Escribir estas líneas no está siendo fácil, insisto. A un lado quedarán los días de investigación que servían de provocación e inspiración para construir cada una de las reflexiones que con tanta ilusión esbozo semanalmente. Conectar con ustedes semana tras semana es una de mis mayores bendiciones de los pasados años. Cada uno de sus comentarios -los buenos y los no tan buenos- me han hecho crecer y repensarme. Sepan que reflexionar sobre el país es una de las responsabilidades más grandes que he tenido en mi vida.
Ahora toca continuar la gesta en otros espacios, los conocidos y los que están por conocerse. Pero, siempre con la certeza que la comunidad que hemos creado es única e irrepetible. ¡Gracias por ser y estar! Seguiremos conectando, se los prometo.
Este espacio que compartimos semana tras semana nos permitió conocernos más. Compartí con ustedes todo aquello que me inspiró a diario, las anécdotas con las que me encontré en el camino y tiré mi agüita para quienes se lo merecieron. Viene a mi memoria una reflexión que incluí en el primer puño:
-Mario Vargas Llosa-
Hoy escribo dándole rienda suelta a las palabras. Escribo porque sí, porque me gusta. Para escribir solo faltan ganas, ideas, palabras que luego se convierten en oraciones y poco a poco se agrupan en párrafos. Escribo porque es mi manera de regalarle al viento las palabras que vuelan en mi cabeza. A veces nos ponemos tantas trabas para escribir que olvidamos que escribir es un acto liberador. Al igual que el teatro sana y es un lugar de encuentro, nos encontramos en la palabra. Eso y mucho más ha significado este espacio para mí. Me honra muchísimo que sus ojos me acompañaran durante todo este tiempo.
Así que con esa reflexión me despido del 2024 con el deseo que el 2025 será un gran año, y a ustedes les digo HASTA LUEGO, pronto nos volveremos a leer. ¡Gracias por la querencia!
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Actriz, teatrera y profesora. Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Con una maestría en Literatura Puertorriqueña y del Caribe, y casi por completar un doctorado en la misma disciplina. Comediante del programa “Raymond y sus Amigos” de Telemundo. Amante de los libros. Comprometida con la educación y la cultura puertorriqueña. Defensora de los derechos humanos. Mujer boricua valiente y luchadora.
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