La situación que tenemos con el sistema de energía eléctrica continúa. La impotencia y el cansancio colectivo se hacen sentir. Sí, es cierto que acabamos de sufrir un evento atmosférico que dejó sus estragos, pero con o sin tormenta, LUMA Energy y Genera PR hacen de las suyas. No les puedo explicar la cantidad de veces que se me va la luz durante la semana. ¿Alguna explicación ante esto? Ninguna.

Me resulta interesante que mientras nos preparábamos para la llegada de Ernesto, ya LUMA hacía la advertencia de que el sistema de energía eléctrico se vería afectado, pero eso para ninguno de los puertorriqueños era una sorpresa. Entonces, inevitablemente, pienso en la cantidad de personas que necesitan de energía eléctrica para poder vivir.

Hablaba con una amiga que me contaba que lo más que le preocupa al estar sin luz, es que no puede conectar su máquina de apnea del sueño. Y como ella, habrá miles que estarán en las mismas. Pienso en todos aquellos que requieren de máquinas para terapia de asma, por aquello de mencionar algunas cosas, y se me estruja el corazón.

¿Hasta cuándo tenemos que pagar nosotros por la mala administración y las malas decisiones que se han tomado en el pasado? Porque, ciertamente, somos nosotros quienes pagamos las consecuencias del desastre que hemos vivido durante años. Nos hemos acostumbrado a andar por las calles a oscuras y ser el país remendado. Ya es normal la oscuridad que acompaña la historia del Puerto Rico de hoy. Hace dos años escribí una columna titulada “¿Y la luz, ¿pa cuándo?” y no mucho ha cambiado desde ese entonces.

Las esperanzas se van perdiendo, los ánimos van decayendo, la salud mental se desmorona y, para muchos, el país se nos viene abajo. La artista Myrna Báez tenía razón al decir “que esto es un país que está por ser país”, porque es inaudito que aún haya familias sin luz.

Tú que me lees, saca un momento al día para pensar en aquellos que necesitan. Saca un momento para asegurarte de que la gente con la que convives y compartes espacio -ya sea en tu comunidad, espacio laboral, escuela, universidad o en cualquier rincón del país- están bien y no necesitan nada. Posiblemente, quien tienes al lado necesita y no se atreve a decirlo por la aparente normalidad en la que vivimos.

Mucho aprendimos de María, pero los estragos continúan vivos en nuestros corazones. Todavía hay familias que no se han recuperado desde el 2017. Imaginen el miedo, la angustia, la ansiedad y demás emociones que deben experimentar cada vez que una tormenta o huracán pasa por la isla.

Repasemos ¿Quién es LUMA? LUMA llega a Puerto Rico a raíz de que la Autoridad de Energía Eléctrica debía dinero a los bonistas, banca rota, y por mandato de la Junta de Control Fiscal es que comienzan operaciones desde hace un año. Esta empresa se destaca y distingue de las demás por resolver los problemas técnicos en el sistema de energía eléctrica en los países que llega, pero su gesta es a largo plazo.

Efectos de su entrada: Desde que comenzó operaciones en Puerto Rico, ha creado un gran malestar en el país, ya que quienes dominan el sistema eléctrico primordialmente no fueron invitados a trabajar de la mano con ellos. Ha habido aumentos sustanciales en las facturas de luz. Los apagones y bajas en el voltaje son la orden del día. La manera en que han intentado comunicarse con la ciudadanía no ha sido clara ni efectiva.

Esperemos que más pronto que tarde este problema que tenemos como país se resuelva. No podemos perder de perspectiva que lo que vivimos y estamos viviendo es fuerte y que nos corresponde a todas y a todos luchar por recuperar el país que está en reconstrucción. Y ese país es NUESTRO.