Ojalá y todas las noches sean buenas, y me atrevo a decir esto porque, tristemente, vivimos en un país en donde a veces vivir una noche buena, es casi imposible.

Y con esto no quiero que piensen que soy pesimista, al contrario, estoy siendo realista. Lo digo así, pues vivimos en un país en donde la orden del día son las malas noticias: asesinatos, crímenes violentos, desapariciones diarias, violencia de género, politiquería y la verdad es que el cuento se cuenta solo.

Entonces, como país, ¿qué estamos haciendo para acabar con ese dolor colectivo? Quisiera pensar que lo único que nos puede sacar de ahí es abrazarnos a la alegría y esperanza que traen consigo estos días festivos.

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Año tras año nos preparamos para celebrar estos días junto a nuestros seres amados, pero en ocasiones se nos olvida cuál es el verdadero sentido de estas fiestas.

Hoy estamos de Nochebuena, lo que se supone que estamos en la espera de la llegada del Niño Jesús. Llegada que nos recuerda año tras año cuánto Él nos ama y nos reafirma todas las bendiciones que tenemos.

Ese es el verdadero sentido de hoy y mañana. No es desbordarnos al consumerismo desmedido, y sumergirnos en llenar los vacíos propios de la vida con cosas materiales, sino que es mucho más profundo que eso. Son días para compartir con el centro y motor, la familia.

Posiblemente, muchos hayan tenido un año complejo, doloroso, o diferente, pero aún así hay que sacar espacio para celebrar.

En mi caso este año perdí a mi abuela Tata y a mi tía Glori. Dos pérdidas dolorosas. Aún así, a pesar de esta ser la primera Nochebuena sin ellas, tengo la certeza que estarán más presente que nunca. Así lo afirmo y así lo creo, pues eso es parte de vivir en la experiencia de fe.

Así que si eres de esos que este año perdiste a algún ser amado, calma, que la paz abrace tu corazón y la alegría contagie tu espíritu. Estoy segura que a pesar de, tendrás motivos para celebrar, y si aún desconoces cuáles son esos motivos, saca uno minutos en este día y reflexiona lo que te presento.

La noche de hoy, tiene un significado profundo que se extiende más allá de la simple festividad. Su esencia puede ser entendida a través de varios aspectos importantes: Para los cristianos, la Nochebuena es la vigilia de la Navidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo. Este evento es visto como la llegada de la luz al mundo, un símbolo de esperanza, amor y redención.

También es momento para compartir, disfrutar de una cena especial y fortalecer los lazos familiares. Muchos aprovechan para expresar gratitud por las bendiciones recibidas, por la salud, la amistad y el amor. Es un momento para pensar en aquellos que han estado presentes en nuestras vidas y en aquellos que quizás ya no están.

El verdadero sentido de la Nochebuena es abrazar la espiritualidad, la conexión familiar, la reflexión personal, la solidaridad y las tradiciones culturales. Es una celebración que invita a la introspección y a la celebración de la vida en comunidad, recordándonos la importancia de la esperanza y el amor en nuestras vidas.

Ojalá y esta celebración se traduzca en bendición para nuestro país y que todas las noches sean buenas. Que el Niño Jesús nazca en todos ustedes.