Recuerdo la primera vez que se llevó a cabo la “Campechada”. Fue en noviembre de 2011 y dedicada al pintor José Campeche. De ahí nace el nombre del evento que, desde ese entonces, ya es tradición.

En esa ocasión, el Viejo San Juan se convirtió en el escenario principal en donde artistas se congregaron para una oferta cultural variada. Músicos, pintores, bailarines y teatreros ocuparon las plazas y calles de la ciudad amurallada.

Tras ser un éxito esa primera edición, al año siguiente se le dedicó la misma al también pintor Francisco Oller. Desde entonces, se les ha dedicado a otros reconocidos artistas, como Rafael Tufiño, Myrna Báez, Rafael Ríos Rey, Elizam Escobar, Eugenio María de Hostos y Jesús Sánchez Erazo, mejor conocido como “Chuíto, el de Bayamón”.

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Este año se le dedica por primera vez a una figura del teatro, a la maestra de maestras, la siempre viva Victoria Espinosa.

Entre los datos que ha investigado el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) sobre la persona de Espinosa, se destaca que nació en 1922 en Santurce, uno de los barrios de San Juan que tenía mayor crecimiento poblacional debido a la migración interna del país.

Murió en 2019, después de una larga vida dedicada a las artes escénicas. Fue hija de Santiago Espinosa e Isolina Torres. Se casó con Luis Maisonet y sus padrinos de bodas fueron Carlos Marichal y Flavia Lugo.

Sol Victoria fue su única hija, nombre relacionado con la famosa obra de René Marqués “Los soles truncos”.

En 1949, obtuvo un bachillerato en arte con concentración en teatro en la Universidad de Puerto Rico. En ese momento había pasado cinco años en el Departamento de Drama bajo la dirección de Leopoldo Santiago Lavandero y Ludwig Schajowicz.

En 1963, en esta misma universidad, obtuvo una maestría en estudios hispánicos, con una tesis sobre la técnica dramática de Federico García Lorca. En 1969 terminó un doctorado en teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México, con una tesis relacionada con el teatro en Puerto Rico.

Parte de ese ejercicio académico incluyó la puesta en escena de “Los soles truncos”.

Fue profesora en el Departamento de Drama y de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Después de retirarse de la universidad, enseñó en la Escuela de Artes Plásticas de San Juan.

Organizó el teatro infantil universitario, el que luego se transformó en la Comedieta Universitaria. Además, fue parte del grupo fundador del Teatro Rodante de la Universidad de Puerto Rico.

Desde 1949 hasta 1988 dirigió más de 100 obras, en su mayoría de René Marqués y Federico García Lorca. Fue directora del programa de Fomento de Teatro del ICP (hoy día Programa de Teatro) desde 1984 hasta 1988.

Desde allí promovió la creación del Colegio de Actores y la Asociación de Productores de Teatro. También, promovió el Programa Teatro pal Caserío, en el cual se desarrollaban obras teatrales en los residenciales públicos.

Mostró una preocupación particular por la justicia social en temas relacionados con la afrodescendencia y la erradicación del racismo. Se destacó en la defensa de grupos de refugiados haitianos y en solidaridad con países africanos. En su teatro destacó personajes relacionados a la comunidad LGBTQ+ en obras tales como “Doce paredes negras”, El público”, “Equus”, “Rinoceronte” y “El beso de la mujer araña”.

Durante su vida recibió múltiples reconocimientos, entre ellos se encuentran El pozo de plata, otorgado por la casa natal de Federico García Lorca; Profesora emérita de la Universidad de Puerto Rico y el Lifetime Achivment Award, por parte del XII Festival Internacional de Teatro Hispano Avante.

Por esto y más es que este próximo sábado, 31 de agosto y 1 de septiembre se honra la vida y trayectoria de la maestra de muchos. Una mujer que estaba adelantada a su época, que rompió esquemas y abrió la brecha para todos los artistas de nuestro país. Se honra la memoria de la que nos abrió camino.

Entonces, ahí radica el valor de un evento cultural tan importante para nuestra nación como lo es “Campechada”, en donde se celebra la gesta de nuestra comunidad artística, y durante años se ha convertido en el espacio en donde artistas demuestran su talento.

En fin, un evento en donde nuestra gente puede abrazar nuestra cultura y confirmar su identidad.

Así que este fin de semana todos los caminos conducen a Santurce para disfrutar de la oferta cultural que el ICP ha creado para nuestra gente. Regálese la oportunidad de disfrutar del talento de nuestros artistas. Ah, y el domingo darse una bailadita con El Gran Combo de Puerto Rico. ¡Gracias, MAESTRA VICTORIA ESPINOSA! Gracias por todo lo que nos heredaste. Te honramos y celebramos hoy y siempre.