Amor es amor y punto
“Es momento de comenzar a respetar a todos los seres humanos sin importar raza, género, orientación sexual o religión”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Creo en el amor en todas sus vertientes. Lo celebro hoy y siempre. Abrazo la diversidad y creo en la equidad. El amor es amor y punto. Y quien no pueda entenderlo es que no conoce el amor. Es increíble que todavía en el siglo XXI la gente se escandalice por las diferentes muestras de amor que existen. ¿Por qué? Porque sus ojos no son capaces de concebir tanta ternura. Todavía hay mucho camino por recorrer y mucho por educar.
Durante el mes de junio la comunidad LGBTTQIA+ celebra el mes del orgullo, en inglés “Pride Month”. Se celebra en junio para rendir homenaje al levantamiento de Stonewall, que se dio en Nueva York en 1969. En la madrugada del 28 de junio de 1969, la policía allanó el Stonewall, un bar gay ubicado en Greenwich Village en Nueva York. La comunidad gay de Nueva York estalló en disturbios por tres días, cansada del acoso de las autoridades por varios años. Y ¿por qué se llama Mes del Orgullo? El término se le atribuye a Brenda Howard, una activista bisexual de Nueva York, quien organizó el primer desfile del Orgullo en el primer aniversario del levantamiento de Stonewall. Gracias a esta gesta la comunidad tiene un espacio para celebrar cuánto han avanzado y continuar luchando por el respeto que merecen.
Soy aliada y cómplice de la comunidad LGBTTQIA+, pues cuento en mi vida con seres maravillosos que pertenecen a ella. A quienes admiro y respeto. Me da mucha tristeza ver como al día de hoy, algunos grupos conservadores en nombre de la “dignidad” humillan, maltratan y excluyen a nuestros hermanos de la comunidad. Por su fundamentalismo religioso pierden de perspectiva el mandamiento del amor instituido por Jesucristo en la Última Cena: “Amarás a Dios y a tu prójimo como a ti mismo”. ¿Por qué hay gente que no es capaz de amar y respetar a su hermano? ¿Por qué no podemos celebrar el amor en todas sus vertientes? ¿Por qué todavía existen los prejuicios? ¿Por qué la intolerancia es la orden del día?
Es momento de comenzar a respetar a todos los seres humanos sin importar raza, género, orientación sexual o religión. En toda la historia de la humanidad ha costado muchísimo luchar por los derechos humanos, debemos hacernos conscientes de esto. Un artículo de las Naciones Unidas demuestra que: “Las personas LGBTQI+ son discriminadas en el trabajo, en las escuelas y en los hospitales. Son muchas veces maltratadas y repudiadas por sus propias familias. Son víctimas de agresiones físicas, son golpeados, agredidos sexualmente, torturados y asesinados.” ¿Cuándo acabaremos con esto?
Es por esto que la educación en perspectiva de género es fundamental integrarla en el currículo escolar, entiendo que es una herramienta en pro de la equidad. La equidad supone un trato justo a las personas, dando a cada cual lo que le pertenece desde el reconocimiento de las condiciones y las características específicas. En palabras sencillas significa justicia, reconocimiento de la diversidad y eliminación de cualquier actitud o acción discriminatoria. Urge construir una sociedad con la equidad como estandarte.
Creo que debemos privilegiar siempre al ser humano, olvidarnos de las etiquetas y simplemente celebrar a la persona. Amémonos y respetémonos unos a otros. En el momento en que aprendamos a vivir en paz y en armonía podremos vivir en una sociedad mejor. Que el respeto no falte en este mes en donde se celebra el orgullo gay y que no falte nunca. Abracemos a los seres humanos. Celebremos el amor que es la fuerza que mueve el mundo.
Actriz, teatrera y profesora. Egresada de la Universidad de Puerto Rico. Con una maestría en Literatura Puertorriqueña y del Caribe, y casi por completar un doctorado en la misma disciplina. Comediante del programa “Raymond y sus Amigos” de Telemundo. Amante de los libros. Comprometida con la educación y la cultura puertorriqueña. Defensora de los derechos humanos. Mujer boricua valiente y luchadora.
El puño de Norwill
Un puño de letras para volarnos la cabeza.