Las imágenes de un puente que fue arrancado de su base y arrastrado corriente abajo se hicieron virales durante el paso del huracán Fiona por nuestra vecindad. Utuado era el escenario del dramático suceso. Aportaba así otra emblemática imagen para enmarcar la catástrofe.

Hace 5 años, tras el paso del huracán María, las imágenes del llamado Puente de los Olvidados recorrían los rotativos. Aquella comunidad quedó aislada luego que el río Grande de Arecibo arrastrara la estructura que permitía que se conectaran con la antigua carretera 10, la ahora 123.

Compartido el dato histórico regresemos al puente que Fiona se llevó. Este ubicaba en el barrio Salto Arriba. Ocupaba el espacio que pertenecía originalmente a un puente permanente que fue destruido tras el paso del huracán Georges en el 98. Aquella estructura era de los tiempos de “María Castaña” y había tolerado varías emergencias, hasta que fue derrotado por el fenómeno atmosférico bautizado con un nombre francés.

Allí colocaron un puente provisorio que estuvo hasta que María se lo llevó. Ese puente a su vez fue remplazado en el 2018 por la Guardia Nacional, que construyó el puente provisional que observamos colapsó el pasado domingo.

Aquí quería llevarlo.

Es una vergüenza que desde 1999 se “tapara el roto” con estructuras provisionales. 24 años, ocho administraciones distintas en el palacio de Santa Catalina, una hemorragia de secretarios o secretarias de Transportación y Obras Públicas... y lo único que parieron fue tres puentes de remiendo.

Esa es la gran bofetada para el País.

Aquí no se planifica para largo plazo. Se apagan fuegos. Se pone una “curita” al tajo, dos aspirinas para el dolor y siga pa’lante. ¡Aunque se esté desangrando!

Sin sonrojarse mucho, la secretaria Eileen Vélez decía y repetía que era un puente que podía durar 75 años. No se necesita mucho estudio para saber que no estaba colocado a una altura razonable y que presentaba todo un andamiaje que permitió ser una trampa perfecta para acumular desperdicios vegetativos que permitieron acumular agua con el resultado visto por todos.

¡El chiste se cuenta solo! Se dan excusas o justificaciones que solo satisfacen a quien las da. Se promete ahora que se está trabajando en una estructura permanente y que está adelantada en su planificación.

La misma explicación que da Manuel Laboy cuando se pregunta sobre la zafra de millones asignados tras María y los terremotos. Hacen conferencias de prensa y con bombos y platillos hablan de millones y millones. Sin embargo, no se gastan.

Es como decir que usted tiene una cuenta de banco con miles de dólares, pero no sabe el número de cuenta para poder sacarlos. Entones de nada vale.

Ahora no vengan a decir que son quejas de la prensa o agendas de la prensa. Mucho menos que la tenemos con el Gobierno.

La lentitud fue desnudada a finales de la semana pasada por los propios funcionarios de FEMA. Portavoces de la agencia se quejaron ante congresistas sobre “el suero de brea” que utilizan para bajar y asignar los chavitos federales.

La verdad les da en la cara en Washington y en Utuado. Allí lo no urgente, los remiendos, lo provisional, se lo llevó el río.