Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Bruto, ignorante, estúpido, animal, infeliz... Son algunas de las lindezas a que nos somete a diario la ex jueza Zaida "Cucusa" Hernández, ex fiscal, ex presidenta de la Cámara de Representantes, asesora de la presidenta cameral Jenniffer González, abogada en la práctica privada, comentarista radial.
Cucusa, con todos esos sombreros en la cabeza, está acostumbrada a insultar a cualquiera que no piense como ella, sobre todo a aquellos que osan cuestionar sus abultados ingresos, multiplicados desde que su partido ganó las elecciones del 2008. Ignorante y bruto le dijo recientemente a un líder estudiantil.
Como ex jueza, recibe una pensión estimada en $78,000 anuales. Como asesora de la presidenta cameral, otros $184,000. Las asesorías y practica privada le dejarán otros miles.
Como comentarista radial, no tengo idea de cuánto gana, ni siquiera si le pagan. Pero su programa en NotiUno es una colección de diatribas contra sus enemigos y hasta contra colegas que laboran en la misma cadena. Que les pregunten a Adolfo Krans y Luis Batista Salas, quienes han sido víctimas de los insultos de Cucusa en el aire y fuera del aire.
La víctima más reciente de Cucusa parece ser el candidato popular a comisionado residente en Washington, Rafael Cox Alomar, político de nueva cuña y abogado de impresionante expediente académico y profesional. Cucusa pudo haberlo atacado por su poco dominio de la política partidista, pero eligió el insulto.
En su cuenta de Twitter apareció una foto de Cox Alomar con una leyenda que aludía a Yuyo, el chimpancé de fama nacional que murió recientemente en el Parque de las Ciencias de Bayamón. En palabras claras, lo comparó con un simio.
Con un agravante, si es que puede ser más grave la cosa. Cuando se denunció públicamente la ofensa, lo negó. Dijo que alguien debió haber colocado en su cuenta el comentario y, más aún, acusó a la gente del candidato popular a la gobernación, Alejandro García Padilla, de haberle sembrado el comentario.
Claro, y supongo que ese truquero luego se lo reenvió de la misma cuenta de Cucusa a su amiga y antigua colaboradora Heidi Wys, ayudante de la presidenta cameral.
Como ex jueza y como abogada, Cucusa Hernández está atada a unas reglas éticas que ella conoce muy bien y que ya le costaron una reprimenda del Tribunal Supremo a raiz de su reintegración a la vida política tras invernar por 16 años en el Tribunal de Apelaciones.
Cuando inauguró su cuenta de Twitter, el propio gobernador Luis Fortuño invitó desde la suya a sus seguidores para que también siguieran a su correligionaria. Sería interesante conocer qué piensa ahora de los comentarios de Cucusa en Twitter, que no se diferencian mucho de los que hace por radio.
O a lo mejor Fortuño ya eliminó a Cucusa de la lista de twitteros a los que sigue. No hay que olvidar que el gobernador predica que tus valores cuentan, aunque Cucusa no lo escuche-.
Periodista Residente en España
Hablemos claro