¿Quién dice la verdad? ¿Quién tiene la razón? ¿Quién le devolverá el dinero del depósito al productor César Sainz? Esas son algunas de las interrogantes de la fallida presentación de Luis Ángel en Puerto Rico, junto a Lourdes Robles, el pasado domingo en el CBA de Santurce.

Mauricio Irigoyen, quien vive en Quito, Ecuador, firmó el contrato en representación de Luis Ángel, según lo que vimos. Aunque al principio se había dicho que no existía contrato, sí lo hay.

De hecho, en un programa de radio en Quito, Irigoyen habló de lo mal que están los trabajos en el medio artístico, que hay que conseguir hacer conciertos y mencionó la payola. Inclusive dijo que había enviado unos vídeos de Luis Ángel a varios lugares, para promocionarlo, pero no dijo nada de Puerto Rico. Hello, palabras con luz.

Volviendo al concierto, hay audios y mensajes escritos, por parte del propio Luis Ángel, donde antes del 11 de septiembre, fecha original del concierto, indicaba que no vendría al concierto. ¿Por qué no quería venir? Ya para esa fecha estaba firmado el contrato, César confiaba en su palabra y dice que le había enviado el depósito. Pero para complacerlo, Sainz decide cambiar la fecha, para que el cantante se sintiera mejor pues el CDC advertía que Puerto Rico estaba en alerta por el COVID-19.

Entonces, Lourdes Robles trató de conseguir a Luis Ángel, para cuadrar un mínimo de tres canciones juntos, o ella cantar tres de él, pero no le contestaba. Un misterio…

De la noche a la mañana, en plena venta y sin decirlo en el contrato ni estipularse, el director musical, profesor Ángel Matos, se entera que lo que enviaron de partitura para el show fue una música de secuencia. Esto es lo que algunos lo comparan con un karaoke. O sea que, aunque usted pagara lo que fuera por ver a Luis Ángel, éste cantaría con pistas.

Cero dúo con Lourdes Robles y una canción más de él con guitarra. Juipiti. Otra incongruencia, no venía, pero envían las canciones.

¿Qué? ¿ Con pistas? Ni que fuera cantante urbano. Hello, gracias

Yo no sé, pero de ahora en adelante el productor tendrá que decir quién viene a cantar con pistas y no anunciar a la orquesta o su director, pues en el caso que se hubiera dado así, sería medio fishi y usted pagando pensando que es en vivo. No way.

Pero vamos a más, dicen que Luis Ángel estaba preocupado por la pandemia.

Conozco del caso de un cantante que vendría a Puerto Rico a principios de octubre. Su médico en Miami le dijo que no viajara, pues no habían pasado cautro semanas desde que le dio COVID y que sus pulmones podrían estar débiles. El cantante responsablemente canceló y devolvieron el dinero. Muy bien.

En el caso de Luis Ángel, aproximadamente 15 personas pidieron la devolución del dinero, según el documento de TIX.By que tengo en mi poder y en el Centro de Bellas Artes fueron 6; o sea, 21 personas querían verlo. La sala es de aproximadamente 1,800 butacas. Ujum. Después de esto uno no sabe ni qué pensar. ¿Sabría él que la gente que lo apoyaba es poca o de verdad tiene pavor de alguna enfermedad?

Luis Ángel conoce muy bien a Puerto Rico, vivió aquí, se casó con Ednita Nazario. Tuvieron a su hja Carolina, en fin, él sabe la idiosincrasia de los boricuas, ha ganado mucho dinero con los salseros boricuas que pegaron sus canciones y ahora… nos ha dejado tirados. No hay nada de él, ni un comunicado.

Aquí César podría ser el más perjudicado pues ellos tienen el dinero del depósito, que en una cláusula del contrato, si Luis Ángel le da una vuelta a nivel legal podría alegar enfermedad y quedarse con ese depósito hasta que se sienta mejor y quiera venir a Puerto Rico. Digo, si es que quiere venir o si es que César quiere traerlo. Así que esto no termina hasta que el dinero llegue a las manos de César y que Luis Ángel dé la cara a un país que cantó sus canciones y lo apoyó. Malet, malet.

Mientras tanto, estas cosas me suenan a cuando algunos se inventan que no le dieron la visa de trabajo a tal o cual artista, y la realidad era que no habían vendido boletos.

Señores, hay mucha gente que pegó en este país, pero luego desaparecieron y ahora a muchos ni los recuerdan. Ellos mismos se descartaron, pero ahora quieren volver. La Isla está abierta a espectáculos, y a algunos podríamos decirles… too late.

No te acuestes… mira a Francis

Me parece que Francis Rosas está haciendo su mejor esfuerzo junto a su productor José Luis, para sacar adelante un programa que algunos lo comparan con varios que ya no están en nuestra televisión. Nada es nuevo bajo el sol, pero los cambios y nuevas ideas son buenas.

Creo que fue un súper acierto llevar a “los chicos de Sunshine” al programa, pues precisamente este y Gilda Santini fueron quienes vieron el potencial que tenían Danilo Beauchamp, Alejandro Gil y el propio Francis. Aunque digan que no les dio alas para volar, ellos saben que sí. ¿Que no todo es peaches and cream?... Lo entiendo. Pero hacía falta este tipo de programa en horario estelar, donde se mezclan generaciones y nos damos cuenta que Puerto Rico es mucho más que 100 x 35. Pa’lante y éxito.