Mi jornada en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) ha llegado a su fin. Han sido ocho inolvidables días en los que vi más de 30 películas, así que puedo decir con una enorme sonrisa de oreja a oreja: ¡Misión cumplida! Realmente fue una experiencia como ninguna otra.

El festival continuará hasta el domingo cuando se anunciarán los ganadores de los premios que otorga el TIFF. Las funciones de prensa terminaban hoy, por lo que para mí ya era hora de irse. Antes de darles mi último informe sobre lo que vi ayer, primero quiero agradecerles por su lectoría, tanto aquí en el blog como en Primera Hora, Pa’l Cine y Twitter. Espero que hayan disfrutado del trabajo y que en una futura edición del festival se animen a pasarse unos días por allá. Me despido del TIFF pero con suerte sólo hasta el 2011. Como decía Arnold, “I’ll be back”.

Y ahora, detalles sobre las cinco películas que vi ayer.

Cave of Forgotten Dreams

En manos de un maestro, la tecnología 3D puede ser utilizada para bien y no simplemente para cobrarte el doble en la taquilla. Werner Herzog es uno de estos maestros y lo constata esto con su nuevo documental en el que explora las cavernas de Chauvet en Francia, que contiene, los dibujos más antiguos de la historia de la humanidad.

Herzog nos introduce a este lugar al que pocos tienen acceso para mostrarnos en tres dimensiones estas maravillosas piezas de arte que fueron creadas hace más de 30,000 años. Quedé hipnotizado por las imágenes. El director mantiene un ritmo pausado que permite contemplar los dibujos y transportarse en tiempo y espacio a la era cundo se originaron.

Me apena muchísimo que un documental como éste no tenga la más mínima posibilidad de presentarse en Puerto Rico. Dudo que vayan a quitar a Cats & Dogs 2 o Piranha 3D para darle espacio a algo como esto. Si viven en Estados Unidos y tienen el chance de verlo, háganlo. El resto tendrá que conformarse con verlo en 2D en sus hogares cuando llegue a DVD.

127 Hours

Según lo que se escuchaba en los pasillos entre película y películas, cuatro personas se desmayaron durante la primera función de este nuevo filme de Danny Boyle y a otra le dio un ataque de epilepsia. Con una reputación como esa, ¡quién no quisiera verla!

Yo no me desmayé ni nada por el estilo, pero sí tuve que abrazar fuertemente mi abrigo o morder una de las mangas en ciertas escenas.

La cinta está basada en una historia verídica sobre un alpinista –interpretado por James Franco- cuyo brazo se queda pillado por una pesada roca y pasa varios días intentando escapar. Si conocen del caso, ya saben cómo es que escaba y el por qué de los desmayo. Si no, les aconsejaría que no busquen mucha información hasta después de ver la película. Es mejor mantener el suspenso.

Boyle es sin lugar a duda uno de los mejores directores contemporáneos. La cinta sólo dura 98 minutos y la trama transcurre mayormente en el mismo sitio, pero Boyle mantiene los niveles de tensión elevados en todo momento y hace que la película sea sumamente entretenida. De igual forma, Franco da una increíble actuación como el alpinista. El actor es básicamente el único que aparece en pantalla por gran parte del filme pero en ningún momento me cansé de verlo.

Esperen escuchar más de este largometraje cuando estrene en los próximos meses y cuando reciba varias nominaciones.

The Whistleblower

Por la tarde, para bajar el stress de 127 Hours, me metí a ver esta “bellísima” y “relajante” película sobre el tráfico de mujeres en Bosnia. ¿Acaso no suena como una producción de Disney?

La coproducción franco-canadiense es protagonizada por Rachel Weisz como una policía de Nebraska que acepta un trabajo como oficial de las Naciones Unidas vigilando por la seguridad de los ciudadanos de Bosnia. Estando allá, descubre un esquema de corrupción dentro de la policía en el que trafican mujeres de otros países para que sean esclavas sexuales. Su investigación la lleva a revelar las identidades de los involucrados sin imaginarse que los criminales llegan hasta las más altas esferas de poder.

Weisz da una excelente actuación en una película bastante cruda que presenta con lujo de detalles los abusos a los que son sometidos estas mujeres. No es una cinta fácil de recomendar al menos que estén con ganas de dañarse la tarde.

Bad Faith

Este extraño thriller sueco trata sobre una mujer que se obsesiona con un asesino en serie que las autoridades no han podido encontrar. Ella, sin embargo, sí lo ha visto y hasta conoce donde vive, por lo que empieza a seguirlo enajenada de los peligros de su perturbadora fijación.

La trama se desarrolla a paso lento, dándole espacio a la relación que nace entre la mujer y un hombre que conoce en la iglesia y a quien le confiesa su obsesión. No es el típico filme de suspenso que te mantiene al borde de tu asiento pero al final lo compensa.

Red Nights

Mi última película en el TIFF fue de las menos memorables, pero ni modo.

Coproducida entre China y Francia, la cinta se presentó bajo el programa Midnight Madness del festial que en su mayoría son filmes de culto. No fui el único que salió insatisfecho de la sala en la que muchas personas se fueron como a la media hora de comenzar.

La historia gira en torno a un antiguo artefacto que una mujer en Hong Kong está loca por conseguir debido al macabro secreto que guarda. La acción se divide entre sus intentos por conseguirlo, los de una mujer francesa por recibir dinero a cambio del objeto y varias morbosas escenas de sadomasoquismo.

No tengo nada en contra de una trama como esa, pero durante la primera mitad de la película casi nada ocurre. Hay mucha gente viajando, mucha gente hablando sobre dónde está el objeto pero muy poca acción o diálogo dinámico. No era la forma como quería acabar mi maratón en el TIFF, pero al menos llegué a mi meta de películas.

Total de películas vistas en el día de ayer: 5

Total de películas vistas en el festival: 32

¡¡¡¡Wooooohoooooo!!!!

Por último, pero no menos importante, les había dicho que el jueves iba a ver de cerca a uno de mis grandes amores platónicos de la pantalla grande, y así fue. No sólo la vi sino que le hice una pregunta y me la contestó mirándome a los ojos. ¿Su nombre? Jennifer Connelly. La ganadora del Oscar se presentó en el hotel Hyatt Regency para la conferencia de prensa de What’s Wrong with Virginia. Mi último momento inolvidable del TIFF.