The Beguiled
Sofia Coppola dirige un reparto de ensueño en este teatro de cámara cinematográfico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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The Beguiled es prueba de que a veces las estrellas se alinean y logran reunir a una célebre cineasta con un robusto elenco, pero aun así, la película no da el grado. No en lo técnico, claro está. El refinado trabajo de Sofia Coppola es una de las principales razones para ver este querendón de la pasada edición del Festival de Canes que le valió a la artista el premio a la mejor dirección. Tampoco es culpa del reparto, cuyos nombres incluyen los de Nicole Kidman, Kirsten Dunst, Colin Farrell y Elle Fanning, todos ejemplares, mas ninguno por si solo ni en conjunto es capaz de remediar las falencias del filme, simplemente contrarrestar un poco el peso de estas.
El talento de todos es puesto al servicio de un libreto –escrito por Coppola y basado en la novela homónima de Thomas Cullinan- que no lo aprovecha, al menos no de la forma que está escrito. La historia se desarrolla en medio de la Guerra Civil estadounidense alrededor de la llegada de un soldado herido yanqui (Farrell) a una casa aliada a los confederados y habitada por mujeres y niñas. Su estadía ahí revuelca la paz, despertando deseos entre las féminas y propiciando una lucha silente entre ellas por ganarse el afecto del hombre, ya sea físico o emocional.
La premisa parecería ser material idóneo para ser explorado por una cineasta desde la perspectiva femenina, pero Coppola se mantiene firmemente en la superficie, recayendo en un melodrama que no hurga enla medula de su argumento. El filme acaba abruptamente justo cuando comenzaba a ponerse interesante. Incluso con todas sus virtudes, dentro de las que merece mención la impecable cinematografía de Philippe Le Sourd, la sensación de que se vio un trabajo incompleto es inescapable. Un sólido esfuerzo, pero lejos de las respectivas capacidades de los involucrados.