Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Al igual que muchísimos cinéfilos, siempre he tenido el anhelo de filmar mi propia película. Las historias que llevaría a la gran pantalla tan sólo yo las conozco y cargo con ellas en mi mente. Ni siquiera en papel se pueden encontrar.
Mientras dirijo actores imaginarios desde mi silla de director -que puede ser cualquier lugar desde el inodoro hasta el asiento de mi carro- constantemente reescribo los cuentos en un intento por perfeccionarlos y transformarlos en un posible proyecto futuro. Pero mis influencias cinematográficas casi siempre logran entrometerse y me frustro al saber que lo que se me ocurre ya ha sido filmado por un cineasta.
Sin embargo, el pasado fin de semana tuve una verdadera revelación. Me di cuenta que debo parar de pensar en el macro y concentrarme en el micro; que las historias más sencillas a veces son igual o más extraordinarias que las que complican su narrativa con detalles superficiales e innecesarios.
Esta epifanía llegó en la forma de un cortometraje francés de 1956 titulado “Le Ballon Rouge” (El globo rojo), ganador de la Palma de Oro del Festival de Cannes, dirigido por Albert Lamoirse.
La idea no podría ser más original: un niño encuentra un globo rojo de camino a la escuela que manifiesta señales de vida. Filmado en las calles de Paris, el corto casi no tiene diálogo, haciéndolo una experiencia universal. El espectador observa como nace una amistad entre el pequeño y el globo mientras éste lo sigue a él a todas partes.
Lo que más me llamó la atención de “Le Ballon Rouge” fue la sencillez de su historia. Lamoirse me hizo creer que el globo estaba vivo. Esto, antes de que existieran las computadoras. El efecto es tan mágico que no deseo saber cómo lo hizo con tal de no dañarme la ilusión.
Así que ahora, mientras reservó mis historias más complicadas para cuando algún día pueda sentarme a escribir el libreto de un largometraje, me voy a concentrar en desarrollar las pequeñas... que también son mucho más fáciles de realizar. Esto no quiere decir que pronto leerán el crédito “escrito y dirigido por Mario Alegre Femenías” delante de algún segmento fílmico, pero nunca está de más soñar.
El cortometraje salió a la venta recientemente en DVD y se los recomiendo con mucho entusiasmo. Pero como es bastante difícil de conseguir, abajo se los presento en su totalidad. Espero que les guste.