A pesar de las múltiples operaciones y series de quimioterapias, siempre la encontrarás maquillada, elegante y de buen humor.  Da la impresión de que nada la puede tumbar.  

 Pero el dolor a consecuencia de la metástasis en sus huesos ya ha comenzado a robarle la paz.  El día que fui a verla, estaba rodeada de varias amigas y de su hijo menor, el único de los tres que vive en Puerto Rico.  En un momento, antes de que la morfina le hiciera efecto,  me contó lo que le había dicho un médico el día anterior:  Me dijo que sería buena idea comenzar a preparar a mis hijos. Pero, ¿cómo puedo prepararlos si yo misma no estoy preparada?   Sus ojos se llenaron de lágrimas y me di cuenta inmediatamente de que había que atender un dolor mucho más grande que el de los huesos. 

“¿Qué tenemos que hacer  para prepararte?”, le pregunté.  Me habló de dos personas con quienes tuvo diferencias en el pasado y a las que  no ha podido perdonar.  Hablamos de la posibilidad de contactarlas  para ayudar a sanar esas heridas.  Me confesó que su miedo más grande era no saber qué ocurrirá cuando muera, y le aseguré que ese es el miedo mayor de todo ser ante la muerte. 

Pero le narré historias de personas que han vivido experiencias cercanas a la muerte, de cómo la gran mayoría habla de haber visto a seres queridos ya fallecidos esperándolos para ayudarlos en el proceso.  Cuando me fui, prometiendo regresar esta semana, me dio la impresión de que la dejé un poco más tranquila, pero también con deseos de escuchar y preguntar más.  Hay ocasiones en que hablar de lo que no se habla es lo único que va a ayudarnos a enfrentar los miedos.  Hagámoslo, pero siempre observando que sea de forma amorosa y compasiva. 

Preguntas a Lily

Tú preguntas

Acabo de dejar a mi novio porque me he sentido atraída hacia otro muchacho que conocí a través de mi trabajo. Me gusta mucho, aunque no  he tenido intimidad con él. Ahora mi ex también me hace falta. Estoy bien confundida. ¿Qué hago? 

Yo te respondo

Para evitarte sufrimientos, y no hacer sufrir a estos dos jóvenes, debes estar un tiempo sola y verlos a la distancia.  ¡Quién sabe si ninguno de los dos te conviene!