Un primer paso
“Independientemente de lo que termine ocurriendo con el proyecto, sus repercusiones en Washington y Puerto Rico, aunque distintas, serán importantes”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Esta semana visitarán a Puerto Rico un grupo de congresistas para entablar conversaciones con diversos sectores con el fin de discutir el borrador de proyecto de ley federal, que busca otorgarle a los puertorriqueños un proceso de libre determinación con opciones no territoriales, permanentes y de gobierno propio.
El borrador es un paso importante en la dirección necesaria. Como dice el adagio chino, un camino de mil pasos comienza con el primer paso. Después de todo, los problemas se resuelven cuando se discuten. Del diálogo y el debate se llega a la raíz del problema. Y así se puede alcanzar una solución.
Al incluir opciones fuera de la Cláusula Territorial de la Constitución estadounidense, el Congreso afirma que el actual ELA territorial debe ser superado. Se puede anticipar que el proyecto enfrentará grandes obstáculos. Pero ese primer paso crea un precedente importante de cara a futuras acciones.
Pero lo que ocurra en el proyecto en el Congreso, no debe minimizar las repercusiones que tiene en la política puertorriqueña.
En el caso del PNP, el proyecto reflejó que para el Congreso no es viable un proyecto de admisión. Habiendo obtenido un voto a favor de la estadidad, ese supuesto mandato no tuvo resonancia en el Congreso. La petición de estadidad fue recibida con resistencia férrea. El senador Manchin, por ejemplo, quien preside la Comisión con jurisdicción sobre Puerto Rico en el Senador federal, ha ido tan lejos como para proponer que se debe hacer una consulta en todos los Estados Unidos para aceptar la integración de Puerto Rico. Lo que significa, nunca.
Los que antes decían “vota PNP, que te traeremos la estadidad”, se quedaron como quien va al banco a cobrar un cheque sin fondos. Esto coloca a Jenniffer González ante un problema político en Puerto Rico frente al sector estadista. Cuando por primera vez la estadidad gana una consulta, la comisionada regresa con las manos vacías. Para Pedro Pierluisi es como si tal resultado plebiscitario no existiera. Ha delegado en seis cabilderos de la estadidad, que han hecho el ridículo en Washington y que admiten que en el Congreso no les interesa el tema de la estadidad.
En el caso del PPD, el proceso ha logrado reiterar la vocación colonial de su liderato. Su defensa de que se incluya el ELA territorial los ha hecho lucir patéticos y de espaldas a la historia. Por eso se quedan cada vez con menos apoyo, debido a que sus antiguos electores no se sienten representados por esa posición.
En su desesperación, esta semana el licenciado José Alfredo Hernández Mayoral, que ha sido asesor del PPD en asuntos de estatus, publicó una columna de opinión en la que se dedicó a intentar minar el carácter de las congresistas Nydia Velázquez y Alexandria Ocasio Cortez, al igual que del presidente del Comité, Raúl Grijalva, por no incluir la colonia en un proceso de descolonización. La idea de que una opción antidemocrática sea una opción de libre determinación es absurdo y contradictorio. Así como la esclavitud está prohibida y no se puede consentir, así también está proscrito el colonialismo.
En el caso de la opción de la independencia, el proyecto incluye los conceptos de transición ordenada del Proyecto Johnston evaluado de 1989 a 1991. Esto derrota la idea que la independencia es saltar de un noveno piso sin paracaídas. Se propone una transición civilizada y se abre la puerta para proponer un futuro tratado de amistad y cooperación mutua. Sobre la libre asociación soberana, también contiene elementos razonables de un tratado de asociación, aunque quedan por definir otros aspectos.
Este proceso de diálogo servirá para definir, afinar e incluir elementos necesarios para que se pueda mejorar la propuesta. Pero, independientemente de lo que termine ocurriendo con el proyecto, sus repercusiones en Washington y Puerto Rico, aunque distintas, serán importantes.
Las nuevas circunstancias políticas en Puerto Rico y la toma de conciencia del pueblo, atisba un cambio de actitud hacia este tema. Eso, al final del camino, es lo determinante. Mientras en Puerto Rico el gobierno esté en manos del PPD y el PNP, ocurrirá nada con respecto al estatus. Hace falta un cambio a favor de quienes tienen seriamente un compromiso con la descolonización.
Combatiente del abuso, la inequidad y la corrupción. Solidario con el prójimo. Luchador a favor de los derechos humanos y el respeto mutuo. Fiel creyente en la democracia, la independencia y la posibilidad de un nuevo país. 100% Cagueño. Producto UPR. ¡Puertorriqueño, siempre!
Levanto bandera
Discutirá temas diversos en defensa de la justicia y la construcción de un nuevo país.