Puerto Rico ante el espejo de Ucrania
Aunque en un contexto completamente distinto, las consecuencias del conflicto en Ucrania tienen similitudes a Puerto Rico.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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La invasión de Rusia a Ucrania constituye una tragedia para la humanidad y sus consecuencias van más allá de los límites territoriales de los países involucrados. Se trata de un acto de intervención militar unilateral de un país poderoso contra un país más pequeño y con menores recursos de defensa.
Como dijera Julio Anguita: “Maldita sean las guerras y los canallas que las hacen”. Lo vimos en el pasado con la invasión estadounidense en Irak. La justificación fue la posesión de armas de destrucción masiva. Luego se supo que no existían tales armas. El propósito real de la intervención era el control de fuentes de petróleo. La consecuencia fue la inestabilidad de una región muy volátil y la creación de la organización extremista ISIS.
Rusia invade Ucrania alegando el genocidio de poblaciones rusas en ese país. El propósito real es geopolítico militar. Rusia desea controlar la región y detener la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y la influencia de los países de occidente. Las consecuencias aún están por verse. Hasta el momento, el resultado ha sido, como en toda guerra, muerte, exilio y destrucción.
El lector se preguntará qué tiene que ver eso con Puerto Rico. Pienso que debemos reflexionar en dos dimensiones. Una es la consecuencia directa de la guerra sobre los puertorriqueños. Se anticipan aumentos en los costos de los derivados del petróleo, entiéndase gasolina, del gas natural y de artículos de primera necesidad. Además, impone una enorme ansiedad a familias de soldados puertorriqueños que podrían ser movilizados a la zona de conflicto.
La otra dimensión de esta reflexión es que en ocasiones las crisis que enfrentan otros países nos escandalizan, pero no examinamos nuestra propia crisis. Aunque en un contexto completamente distinto, las consecuencias del conflicto en Ucrania tienen similitudes a Puerto Rico.
Puerto Rico, siendo un país pequeño territorialmente, fue invadido militarmente por los Estados Unidos. La razón fue el interés geopolítico militar de los Estados Unidos en nuestro archipiélago. Desde entonces, nos han mantenido como posesión territorial, sujeta a los poderes plenarios del Congreso de ese país. Por 124 años, hoy tenemos la indecorosa distinción de ser la colonia más antigua del mundo.
La consecuencia del fracaso del experimento colonial estadounidense en Puerto Rico ha sido mayor pobreza y conflicto social. El 2021 cerró con una tasa de 616 asesinatos, un aumento de 72 asesinatos más que el año anterior. De estos asesinatos, once fueron menores de edad. La tasa de homicidios registrada en Puerto Rico fue de 597, 19 homicidios por cada 100,000 habitantes. Los niveles de muertes violentas son comparables a escenarios de guerra.
En términos económicos, Puerto Rico enfrenta una quiebra fiscal, quince años de depresión económica y un fenómeno inflacionario que encarece los costos de artículos de consumo. Se nos impone la ley PROMESA con una Junta de Control Fiscal, que nadie elige, pero con la autoridad de pagar a bonistas buitres para satisfacer su ánimo de lucro. Todo esto a la vez que se nos impide negociar directamente con otros países ni pertenecer a organismos internacionales para intercambios comerciales. Esto se asemeja a las sanciones económicas penalizantes que se le imponen a países en guerra.
Otra consecuencia es el exilio de los que huyen de escenarios bélicos. Aunque en unas circunstancias distintas, no es menos cierto que nuestra condición de pobreza ha provocado un éxodo de puertorriqueños al extranjero. Del 2010 al 2020 Puerto Rico perdió 11.8% de su población. Esto se traduce a una pérdida de 38,000 personas al año o 3,000 puertorriqueños al mes. Las causas de esta reducción, según demógrafos, ha sido la inseguridad ciudadana, falta de oportunidades económicas y la baja en nacimientos. Todas consecuencias similares a un escenario de guerra.
Aunque nuestra realidad no es sufrir un conflicto bélico, hemos normalizado circunstancias precarias similares que vivimos como pueblo. Mirarnos ante el espejo de lo que sufre Ucrania, debe llevarnos a la reflexión de entender las tragedias propias y actuar para superarlas.
Combatiente del abuso, la inequidad y la corrupción. Solidario con el prójimo. Luchador a favor de los derechos humanos y el respeto mutuo. Fiel creyente en la democracia, la independencia y la posibilidad de un nuevo país. 100% Cagueño. Producto UPR. ¡Puertorriqueño, siempre!
Levanto bandera
Discutirá temas diversos en defensa de la justicia y la construcción de un nuevo país.