
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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En este año olímpico, vale la pena recordar la vida y la carrera de un ex peleador olímpico boricua que triunfó a su manera.
Felipe Nieves, conocido como Felipón, fue uno de los mejores peleadores aficionados de la Isla a fines de los años ochenta y representó a la Isla en las Olimpiadas de 1988, en Seúl.
Entrenado por Edwin Rosario, el popular entrenador de Puerta de Tierra que también dirigía al bicampeón mundial Rafael del Valle, se esperaba que Felipón, sobrino del jinete Junior Cordero, tuviera un futuro risueño en el profesionalismo.
Pero no lo tuvo. “Edwin era un gran entrenador y una gran persona, pero por alguna razón no se movió bien conmigo, aun teniendo a Del Valle”, me dijo recientemente cuando lo vi en el torneo Frankie Narváez de Caguas.
Felipón, que inicialmente peleó en el peso pluma, nunca tuvo el respaldo de una empresa importante. “Una vez hice una pelea y entonces pasaron dos años antes de volver a pelear”, recordó.
Al final, en 1994, y con récord de 7-0-1 y tres nocauts, pareció recibir su gran oportunidad.
“Tenía una pelea en Isla Verde y, si ganaba, ya Pepe Cordero había hablado para que me clasificaran. Y me iban a poner por el título de la OMB contra (el británico) Steve Robinson”.
Felipón noqueó en un round, pero… Cordero murió entonces.
“Todo se cayó: ni siquiera me clasificaron”, dijo.
A la edad de 30 años, con marca de 10-2-2 y cuatro nocauts, Felipón se retiró “cuando vi que mi carrera no iba para ningún lado y no quería coger golpes por gusto”.
Ahora con 46 años de edad, sin embargo, Felipón ha criado una familia y volvió a casarse después que su primera esposa muriera de cáncer hace cuatro años.
Trabaja como guardia de seguridad de un hotel y desde hace 17 años labora con el municipio de San Juan, dirigiendo el gimnasio de boxeo de Playita, donde entrena al olímpico de 2012 Kikín Collazo y otros peleadores que, según dijo, desea, tengan más suerte que él.
Boxísticamente hablando, claro, en la vida a él le ha ido de lo más bien.