Puerto Rico sin neurocirujanos, $26 billones en straight cash homie
“¿Cómo logramos que esos médicos se queden en la Isla? Ya el 4% sabemos que no es suficiente para evitar la fuga de médicos”.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 3 años.
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Hace más o menos un mes discutí el tema de la fuga de médicos, pero entiendo que es relevante volver a plantearlo ante la terrible realidad que nos encontramos hoy. Hemos perdido el programa más importante de la Isla, nada más y nada menos que el que entrena a los neurocirujanos en Puerto Rico. Propuse un montón de soluciones, pero ni una vista pública se ha hecho mientras nuestra gente espera meses y hasta un año por endocrinólogos, geneticistas y otros especialistas.
Pasó una semana desde que sacamos que la UPR perdió el programa y no han dado una explicación al respecto, más allá de decir que apelarían la decisión. Lo único que sabemos es que la Junta asegura que a la Escuela de Medicina no se le ha recortado los fondos y que se le dio más dinero para contratar facultad.
Mientras, el gobernador dijo el martes que la UPR tiene que contestar porque “alguien no hizo lo que tenía que hacer” y tendrá que asumir responsabilidades. ¿Pero, cuáles son las responsabilidades gobernador?
Hay otros aspectos que tiene que atender. El propio Colegio de Médicos y Cirujanos estima que anualmente se van entre 500 y 700 médicos de la Isla.
¿Cómo logramos que esos médicos se queden en la Isla? Ya el 4% sabemos que no es suficiente para evitar la fuga de médicos. Es obvio que hasta los generalistas tienen tiempos de espera que solo terminarán agravando condiciones por no haberse tratado a tiempo.
El enfoque tiene que ser en prevención, pero en lo que cambiamos el modelo de remediar, ¿qué haremos los que no tenemos los recursos para coger un avión y atendernos en Cleveland Clinic, Johns Hopkins y Mayo, a donde cada vez más los Ley 22 y boricuas con capital se van para atenderse sus condiciones? Porque de nada vale que eduquemos con fondos de los contribuyentes estos médicos y luego se vayan a vivir a Texas o cualquier otro estado donde les pagan más.
Los médicos que trabajan en Estados Unidos ganan dos y hasta tres veces más que en Puerto Rico. Los generalistas aquí ganan un promedio de $80,000 al año, mientras los médicos que ejercen en Oklahoma, ganaron $155,000. Sé que van a decir que el problema son los planes médicos y sin duda alguna eso es parte del problema, por eso creo en un sistema socializado de la medicina, pero mientras tanto, ¿cuándo vamos a resolver este entuerto?
Esto es matemática sencilla, y cada cual va a buscar lo mejor para sí. Sin embargo, la realidad es que todos como contribuyentes subsidiamos la educación de decenas de médicos en la UPR, que luego terminan yéndose a Estados Unidos buscando mejores oportunidades o para asegurar una residencia en especialización médica, porque en Puerto Rico cada vez hay menos.
Boricua que se va para los estados a terminar de especializarse, es boricua que recibirá una enorme oferta para nunca regresar.
Aunque se aprobó una ley de incentivos para que los médicos solo paguen el 4% en sus planillas, hay los mismos 9,000 médicos que había al momento de aprobar el incentivo de 4%, por lo que solo ha impedido que se vayan los que quedan, pero no se ha logrado que vengan.
El envejecimiento de nuestra clase médica y el retiro de muchos está a la vuelta de la esquina y nadie tira ni un chícharo. ¿Será que nuestro gobernador y legisladores tienen chavos para irse a Uhealth o a Houston para atenderse?
¿Qué podemos hacer para que regresen? ¿Qué podemos hacer para que puedan entrenarse aquí? Tenemos $26 billones en las cuentas de Hacienda y se anuncia a los cuatro vientos, vamos a pagarle $15 billones a bonistas, pero no creamos becas, especialidades y subespecialidades para que se tengan que quedar los que becamos y educamos, ni tenemos médicos para atender las necesidades más sencillas de la gente. ¿Cómo no les da vergüenza?
Mientras, la baja de natalidad en Puerto Rico es preocupante y parece no habrá reversa y los que quedamos en la Isla seguimos envejeciendo y ya no habrá especialistas para atendernos. Solución hay, chavos hay ¿qué puñe%^^%$ están esperando?
Nacido en Chicago y criado en San Lorenzo, el licenciado Jay Fonseca estudió en escuela pública. Fue a la UPR a estudiar empresas y derecho luego de teología. Es analista político en Telemundo y WKAQ 580. Autor del libro “Banquete Total: Cuando la Corrupción dejó de ser ilegal” y por una década fue columnista en Primera Hora. Supera el millón y medio de seguidores en Facebook, Instagram y Twitter, lo que lo convierte en uno de los principales “influencers” de la Isla. Es padre de una niña y tiene un app bajo su nombre, Jay Fonseca.
Esto tiene salvación
Esta columna busca proponer soluciones de manera muy sencilla a las situaciones actuales que afectan el País.