El Verano 2019 no fue en vano
“El pueblo pedía un cambio a gritos y en su cita democrática más importante votó por ese cambio”
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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El pueblo pedía un cambio a gritos y en su cita democrática más importante votó por ese cambio. No hay duda que los ganadores de la noche electoral fueron el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y el Proyecto Dignidad (PD). Un partido cristiano con principios claros que típicamente son burlados en muchos medios y en redes sociales fue la razón por la que Pierluisi no pudo ganar con una ventaja enorme y le hizo saber al PNP que si no se arreglan, no seguirán cayendo en las falsas promesas de senadores corruptos que usaban su supuesta piedad cristiana para adelantar sus intereses. Aquel Jorge de Castro Font, con su conservadurismo fatulo, y Roberto Arango, cuyas propuestas portaestandartes eran pseudo cristianas, pregonando ambos de su proceder conservador, cuando en realidad eran para conseguir el voto creyente y seguir con sus vidas políticamente licenciosas. Ese 7% es un puñal al corazón político del PNP.
En el PNP han jugado demasiado a que son el partido más grande y que la oposición siempre se divide hacia la izquierda, pero esta vez recibieron un pregón de derecha con el voto cristiano y que además el 20% de la gente que votó por la estadidad, no votó por la Palma. El mensaje de que hay espacio para un partido conservador estadista es una espada de Dámocles que Pierluisi entendió de inmediato y dio un mensaje conciliador junto a Jenniffer González, quien dijo que el PNP tiene que mirarse introspectivamente luego del resultado electoral.
El MVC logró que Mariana Nogales y José Bernardo Márquez entraran a la Cámara por Acumulación solidificando a Lúgaro con casi 15%. Queda pendiente la candidatura por Distrito de Eva Prados, quien sigue muy de cerca los pasos del incumbente novoprogresista, Juan Oscar Morales; y todavía pudiera tener oportunidad de entrar, y la posición de Manuel Natal también es encomiable. Impresiona el caso de la Lcda. Eva Prados, porque ese distrito es histórico de voto íntegro PNP y en la papeleta legislativa ese escaño fue buscado deliberadamente de forma histórica, pase lo que pase, en el final del conteo de votos.
Mientras, el PD se insertó con la abogada canonista Joanne Rodríguez Veve en el Senado y en la Cámara con Lisie Janet Burgos. Caras poco conocidas fuera del sector religioso que obtuvieron el segundo y tercer lugar por acumulación, respectivamente, dejando muy atrás a los veteranos novoprogresistas José Aponte y Quiquito Meléndez. La estrategia de Rodríguez Veve fue atípica y extremadamente astuta. Joanne hacía un podcast que se llamaba “Religión con Calle” para Jagual Media y así empezó a ir a otros podcasts, emisoras cristianas, iglesias, seminarios y se abrió a la oportunidad de, sin ir a muchos medios grandes, hacer el trabajo de base. Aceptaba ir a los lives de Facebook de raperos cristianos, iglesias pequeñas, medios cristianos, lugares de audiencia cautiva y su estrategia fue hacer la ruta más difícil de abarcar, de poco en poco, y así asegurarse de que en cada lugar que iba cosechar votos seguros en vez de ir a los medios masivos a ver si en esa red más grande caían más peces. Un poco lo que dijo el Maestro Jesús en Mateo 18:20: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.”
El PIP, por su parte, logró asegurar las sillas del Senado y la Cámara por Acumulación con María de Lourdes Santiago y Denis Márquez. La gesta de Juan Dalmau demuestra que las cosas han cambiado y que tenemos otro PR. Con buen mercadeo y con un mensaje de esperanza e inteligencia, Juan fue otro al del 2012. Admitiendo su “defecto” independentista, te hacía sentir como parte de su familia y que estaba realmente preocupado por ti y tus circunstancias, y que el miedo a elegir un independentista porque el día después salía la caña, Fidel resucita en Vieques y Maduro invade Isla de Mona no tiene sentido. El espacio para un nuevo partido puertorriqueñista quedó ahí plasmado, pero Juan es un hombre de partido. Ahora, imagine el partido de la alianza puertorriqueña o de la unión puertorriqueña entre Juan Dalmau y David Bernier para el 2024.
Al grano, la entrada de estos nuevos legisladores al Capitolio pone en aprietos a los partidos tradicionales porque hoy quizás ya no podemos llamarlos mayoritarios. Ahora, así como reconozco el trabajo con sus respectivas bases que hicieron estos tres partidos, también veo en ellos una debilidad a leguas. Aunque el MVC y el PIP son movimientos políticos que en discurso procuran alianzas y consenso, queda por ver si logran aplicárselo en “la vida real”. Esa alianza para lograr mayorías es sumamente compleja, el PIP se llama a sí mismo como un movimiento de liberación nacional, mientras que el MVC habla de administrar a Puerto Rico primero, aunque sus partidarios sean mayormente de izquierda.
No es secreto que el MVC se funda porque varios de sus integrantes nunca sintieron espacio en las filas del PIP y sus posiciones son más radicales. De ahí lo interesante que es ver cómo un independentista y socialista veterano como Rafael Bernabe se unió al movimiento de Alexandra Lúgaro, a pesar que en 2016 fueron contrincantes en la carrera para la gobernación. Queda por ver qué tipo de alianzas puede hacer el MVC con el PIP y que haya voluntad, porque a cuatro días de las elecciones el reconocido portavoz sindical Papo Coss aseguraba que la carrera era de tres partidos políticos, anulando por completo al PIP, un partido fundado en 1946. No es secreto que a Juan Dalmau le supo a hiel que le dijeran que se uniera a Lúgaro cuando ella le ofrecía ser secretario de Estado, igual que a ella le supo a zupia cuando Bernier le propuso a ella ser secretaria de Educación para vaciarle su apoyo electoral.
Otra dinámica interesante será ver cómo los liberales del MVC y el PIP convergen con el PD, un partido conservador y religioso. De esas diferencias de cómo ver al mundo pueden surgir otras alianzas en temas fundamentales de cómo regimos nuestro diario vivir, o al menos para conseguir el voto adelantado, voto a domicilio y los balances en las juntas electorales.
Pero la verdad indiscutible es que si todos los legisladores y legisladoras del MVC, PD y el PIP no se sientan hoy mismo a trazar planes y estrategias en conjunto, el PNP y el PPD dictarán la pauta legislativa otra vez. Hay cosas que son justas, aunque se vean de diferentes perspectivas. Crear segundas vueltas, nombrar un secretario de Justicia electivo, escoger al secretario de Justicia por una terna de expertos preparada por la Academia, el balance de la CEE, la auditoría de la deuda, todas son causas que se pueden exigir para lograr el voto clave para cualquier ley, enmienda o presidencia de Senado y Cámara. Esas causas que todos ellos tienen en común, deben ponerlas sobre la mesa a cambio de sus votos o irse a la calle con el apoyo electoral que ya han demostrado, hasta que estas reformas sean acordadas, lo cual demostraría que el Verano del 2019 fue más que sacar a un gobernador, fue exigir justicia y dignidad.
No hay que retroceder mucho las páginas de los libros de historia para saber que el PNP y el PPD con tal de sobrevivir pueden lograr alianzas. Recordarán los llamados “PavaClintock” para evitar que Pedro Rosselló tomara por asalto la presidencia del Senado en 2005, lo que les costó ser luego expulsados de la Palma; y en 1980 el llamado pacto Viera-Colberg, cuando el novoprogresista Ángel Viera Martínez y el popular Severo Colberg Ramírez alcanzaron un acuerdo para compartir la presidencia de la Cámara durante ese cuatrienio.
La invitación que les hace el País, que el martes le abrió las puertas del Capitolio a esta nueva Legislatura dándole un golpe mortal a la gran ramera del apocalipsis bipartidista, es que pongan la acción donde ponen la palabra. El llamado bipartidismo está dando sus últimos aleteos, pero al igual que la bestia apocalíptica puede sanarse y regresar con venganza. Todo dependerá de si los legisladores electos de estos partidos logran dejar de lado el ego y ven la oportunidad de dar cátedra desde aquellas paredes de mármol, dar ejemplo y buscar consensos en la práctica de verdad. Después de todo, donde estén uno o dos reunidos en mi nombre, allí estoy Yo entre ustedes… dice el Maestro, y estos uno o dos juntos, son más del 32% que sacó el ganador.
Nacido en Chicago y criado en San Lorenzo, el licenciado Jay Fonseca estudió en escuela pública. Fue a la UPR a estudiar empresas y derecho luego de teología. Es analista político en Telemundo y WKAQ 580. Autor del libro “Banquete Total: Cuando la Corrupción dejó de ser ilegal” y por una década fue columnista en Primera Hora. Supera el millón y medio de seguidores en Facebook, Instagram y Twitter, lo que lo convierte en uno de los principales “influencers” de la Isla. Es padre de una niña y tiene un app bajo su nombre, Jay Fonseca.
Esto tiene salvación
Esta columna busca proponer soluciones de manera muy sencilla a las situaciones actuales que afectan el País.