El alcalde de Isabela, Carlos Delgado Altieri, y la alcaldesa de Aguadilla, Yanitsia Irizarry, aseguraron que sus municipios tenían más ingresos que gastos, pero una cosa es con violín y otra cosa con dembow tumpa tumpa.

Mientras, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, quiere catalogar de “chisme” el despilfarro de sobre cien mil en fondos públicos en medicamentos que dejaron expirar y la denuncia de que en el Hospital Municipal hay un cuarto privado en mejores condiciones que los demás, destinado para atenderla a ella, sus familiares y allegados.

Lo preocupante es que dos de estos alcaldes aspiraban administrar los más de $26,000 millones de presupuesto consolidado de toda la Isla, y Ia alcaldesa de Aguadilla -quién sigue en una pugna con su opositor- dice que ella fue la que salió electa y llevará la batalla ante el Tribunal Supremo para invalidar los votos “pivazos” y quedarse así en la poltrona municipal.

Este alcalde y alcaldesa con buena proyección y mejores fotos en sus redes sociales lo que dejaron fue un “boyete” en las finanzas de sus municipios. No es mi opinión, son los datos que salen todos los días en las vistas de transición, y que muchos quedan sin respuesta o reciben contestaciones hostiles como la de Carmen Yulín a la compañera periodista Tatiana Ortiz de “Jay y sus Rayos X”. 


“Sobre una alegada suite, si usted tiene la falda bien puesta vaya al hospital municipal para que vea. No es una suite. Es una habitación como cualquier otra”, le contestó la alcaldesa de San Juan a Tatiana Ortiz. Sin embargo, cuando la compañera le dijo que estaba lista para ir con las cámaras de Telemundo al hospital municipal, la alcaldesa le negó la entrada alegando que por protocolo de la pandemia ninguna persona que no es parte del personal médico puede entrar a la instalación médica. Detallito, no se ha podido entrar allí ni por el comité de transición que por ley tienen que dejar entrar porque “nadie tiene acceso a la llave” o la persona que la tenía no ha venido a trabajar.

Mientras, en Isabela, la ciudad del aspirante a la Gobernación del Partido Popular Democrático (PPD), el alcalde electo, Ricky Méndez, denunció que “Charlie” Delgado no contempló en el presupuesto $2.2 millones anuales para el recogido de basura de la ciudad.

Méndez lamentó que las arcas municipales no cuentan con este dinero y tampoco se proyectó un aumento en el costo del servicio que entró en vigor el pasado 15 de diciembre y que encarece el recogido en $300,000 adicionales.

Historia similar es la que cuenta el alcalde electo de Aguadilla, Julio Roldán, al denunciar que la alcaldesa Irizarry dejó un déficit presupuestario de $4 millones. No hablemos del hotel, la pista de patinaje y todos esos otros manejos turbios, porque Yanitsia no fue la que hizo eso, aunque era la heredera de Carlos Méndez, quien renunció para dejarla a ella y es responsable de ese y otros contratos.

Tanto la actual administración de Aguadilla como la de Isabela se extendieron en los gastos que la ley le permite al ser este un año electoral. Aguadilla se extendió más del 50% del gasto del presupuesto al desembolsar el 57% del mismo y en Isabela se gastó 63% del presupuesto.

Además, en Isabela, de acuerdo a las vistas de transición, el Centro Isabelino de Medicina Avanzada, la única corporación municipal de la ciudad, nunca ha sido autosuficiente; tiene un déficit de $3.2 millones y le debe al Municipio $1.9 millones.

Otra situación revelada por las vistas de transición es que el Municipio de Isabela no paga el agua desde 2019. La razón que se alega es porque hay discrepancia en las cuentas por pagar, pero no se le ha dado el debido seguimiento a la deuda que alcanza $1 millón.

Además, se alega que la administración de Delgado Altieri no hizo la gestión para solicitar todos los fondos que estaban disponibles para el municipio provenientes de la Ley Cares para atender la pandemia de COVID-19. De acuerdo al alcalde electo de Isabela, el Municipio tenía la opción de solicitar $2 millones adicionales en ayuda de la Ley Cares y sólo solicitó $100,000.

La cosa se pone peor porque el alcalde electo alega que Delgado Altieri gastó $4 millones en asfalto antes de las elecciones y no dejó nada en el presupuesto para para dar mantenimiento en los próximos meses. La pregunta a los residentes de Isabela es: ¿las calles están mejor tras la campaña electoral? Los leo en mis redes sociales.

En Aguadilla se otorgan contratos de medio millón de dólares como el del bufete de Israel Roldán y Asociados, pero la Policía Municipal no cuenta con sistema de comunicación, mientras no hay querellas tras la desaparición de equipo de la policía por más de $600,000.

¿El pueblo quiere alcaldes que sepan administrar las finanzas? Una vez un alcalde me dijo que al pueblo no le importaban eso de déficits ni nada, que el recogido de basura y echar brea era lo que al pueblo realmente le interesaba junto con ir a todos los funerales posibles. Decía él, que en el pueblo eso era lo que percolaba y salían reelectos.

El problema es que con el tiempo, las finanzas son como el lechón, coquito, morcillas y fritanga en Navidad: tarde o temprano la verdad te alcanza y la pipa te chotea. Sí, hay muchos otros alcaldes en peores condiciones, pero estos eran de los que tenían “buena administración municipal”.

Deja que salga todo lo de los demás.