¿Pero quién se atreve a decir que una mujer después de los 40 años  no puede estudiar, aspirar a algo mejor o prepararse para otras oportunidades de trabajo? ¡Hello! 

Sí, me indigné cuando una amiguita me compartió a través de un email cómo se burlan de ella, la critican y le bombardean su autoestima solo por el hecho de tener 44 años y decidió comenzar a estudiar algo. ¿Cómo se atreven a decir que cuando termine ni tan siquiera conseguirá trabajo? ¡Pero qué se han creído!

El mundo es de los valientes, nunca es tarde si la dicha es buena para comenzar y la edad jamás es un impedimento para nada. 

¿Quiénes somos para juzgar el pasado de alguien y, por ende, no permitirle vivir un presente de triunfos? ¿Quiénes somos  para limitar el crecimiento de alguien?

Creo, y estoy segura, que es admirable conocer personas que a pesar de las circunstancias pasadas alberguen la esperanza de que algún día lograrán sus sueños de tener su título como profesional y poder ejercer.

Yo felicito a todas esas mujeres que hoy en día, a pesar de su edad, según algunos, están llenando los salones de clase, buscando un comienzo, un cambio, seguir creciendo, aprendiendo… Por lo que sea, usted está allí, dando cátedra de que nada ni nadie la puede detener para sentirse completamente realizada, o satisfacer  su sueño al poderlo alcanzar.

A los que critican, mejor que analicen lo que hacen. Decide ser un facilitador y motivador de esa mujer que está echando hacia delante, que se levanta con la frente en alto, confiando que logrará aprender algo nuevo, que le abrirá esas puertas con las que ha soñado entrar. Porque ella también es digna de ser respetada y apoyada.

Mujer, si tú sabes a dónde quieres llegar, sé positiva y piensa cómo lo vas a lograr. Prepara el plan de estudio, las estrategias y confía en que alcanzarás tus metas. Rodéate de gente que crea en ti, que te pompee. Con dedicación, entrega y motivación vas a lograr tu meta.

No permitas que los ignorantes te desenfoquen, no los escuches, no pierdas tu objetivo. Sigue hacia adelante; sé que lo vas a disfrutar. Esto por lo que te estás preparando, nadie te lo puede quitar. Son tus estudios, tus herramientas nuevas. 

Mira esta historia.  Un hombre, a los 53 años de edad, había sido un fracasado toda su vida. Manco y en la cárcel (no por primera vez) decidió hacer realidad un sueño que siempre había tenido: escribir un libro. Su nombre, Miguel de Cervantes Saavedra, el autor de Don Quijote.

Hay veces en la vida que no tenemos control de las circunstancias, pero sí tenemos total control de cómo podemos reaccionar a las mismas. 

Miguel de Cervantes lo hizo y cambió sin saber, sin imaginar la historia de la literatura.

Mujer, adelante... ¡tú puedes!

¡Dios te bendiga!