Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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El menú no cambia aun para el invicto prospecto boricua Félix “Diamante” Verdejo.
Su rival de esta noche, el español Karim “El Diablo” El Ouazghari, no representa paso de avance alguno más allá de un nuevo y cómodo día de paga.
Un repaso del record de El Ouazghari (16-5-2, 4 ko’s), de 34 años, revela que viene de perder tres de sus últimos cuatro encuentros, dos de ellos vía nocaut técnico (incluyendo su combate más reciente, el pasado 4 de abril frente al irlandés Stephen “The Rock” Ormond (17-1, 8 ko’s) en cinco asaltos).
Este es el duodécimo contrincante de Verdejo (15-0, 11 ko’s) que viene ablandado de una o más derrotas. Otra característica en común con muchos oponentes previos del boricua lo es su escasez de pegada.
Su única victoria durante este trayecto fue una decisión unánime en cuatro asaltos en su penúltima pelea sobre el zurdo nicaragüense Santos “El Escorpión” Medrano (10-29-3, 3 ko’s cuando pelearon). Los cuatro combates celebrados fuera de su natal España resultaron en derrotas, aunque en justicia el record acumulado de los cuatro rivales era de 113-5.
El Ouazghari no trae mucho ofensivamente, dependiendo primordialmente de su jab para establecer distancia y ritmo más que para conectar a su rival, su uno-dos y una que otra ocasional derecha adelantada, con muy poco trabajo al cuerpo de su contrario.
Experimentado sí, pero peligroso no. Verdejo (15-0, 11 ko’s), de 21 años, es un talento real, con excelentes atributos y condiciones para llegar al campeonato mundial, pero todavía no ha peleado ni con la sombra de un boxeador. El rival que más duro le ha salido fue el de su debut, Leonardo Chávez.
El boricua parece tenerlo todo: buen estilo y técnica, excelentes combinaciones, velocidad de manos y piernas, pegada, puntería, contragolpeo, buen desplazamiento y es buen rematador, pero aún no ha tenido que resolver ni siquiera la apariencia de un problema dentro del ensogado.
¿Poder de asimilación y recuperación? Ni remota idea, porque apenas le han dado todavía un buen golpe o combinación. Verdejo es demasiado superior a los rivales con que ha antagonizado hasta la fecha. La realidad es que, hasta ahora, más que cómodo, ha ido “monta’o”.
Hoy no es la excepción. No debe pasar mucho tiempo en que la pelea se vaya marcadamente a su favor. Al final de la noche, comprobaremos que lo más peligroso que traía El Ouazghari era su apodo.