Lo hemos dicho antes y lo volvemos a repetir: Félix “Diamante” Verdejo, con todos sus aparentes talentos, atributos y habilidades, no ha peleado todavía en su carrera profesional ni con la sombra de un boxeador.

¿Será el invicto brasileño William Silva el primero en verdaderamente probarlo? 

No lo creo, tal y como lo dijimos en una columna previa tan pronto Silva (23-0, 14 KO) fue anunciado como rival oficial de Verdejo (19-0, 14 KO), imbatido titular Latino del peso ligero (135 lbs), versión de la Organización Mundial de Boxeo (OMB). 

Silva solo se parece a Verdejo en la pobre, mediocre y fácil oposición que ha enfrentado. Una vez frente a frente, habrá un mundo de diferencia en calidad entre ambos. 

Creo que Verdejo es, con toda su aparente brillantez, una gran interrogante en muchas áreas fundamentales. 

¿Cuánto asimila? ¿Cuán rápido recupera de un buen golpe (distinto a a similar)? ¿Cómo reaccionara bajo presión, después de caer, de ser cortado o yendo atrás en la pelea? En fin, de qué está verdaderamente hecho cuando enfrente la adversidad. 

Hasta ahora, ha sido como un estudiante de tercer año de escuela superior tomando exámenes de cuarto grado: honores, buenas notas y reconocimientos. Con el nivel de oposición que lo han enfrentado hasta ahora es casi imposible saber la respuesta a estas interrogantes y no por ser un fuera de serie, que bien pudiera serlo, sino porque ha ido pareado extremadamente fácil y “monta’o”.

¿Cómo reaccionarán tanto él como su esquina, acostumbrados a sus fáciles, abiertas y aplastantes victorias, cuando llegue un momento de adversidad? 

Si Silva logra hacer dentro del cuadrilatero la cuarta parte de lo que ha hablado, habrá hecho más que todos los contrincantes previos del boricua juntos. Si se desinfla malamente o es noqueado aplastantemente sin haber presentado problema alguno, sencillamente habrá sido más de lo mismo, que creo que es exactamente lo que veremos. 

Hasta que Verdejo no haya vencido a contrincantes legítimos y no paquetes, o haya superado convincentemente alguna adversidad, solo puede hablarse de estrellato potencial.