A tomates no huele
La Comisión de Boxeo Profesional de Puerto Rico aparentemente decidió cambiar el formato de la hoja de resultados que entrega a la prensa local.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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¿Casualidad o truco?
Tras los escritos del compañero periodista de Primera Hora, Carlos González, y este servidor sobre el caso de Michael Erosa –el boxeador suspendido que peleó en una cartelera de artes marciales mixtas–, la Comisión de Boxeo Profesional de Puerto Rico (CBPPR) aparentemente decidió cambiar el formato de la hoja de resultados que entrega a la prensa local, omitiendo de la misma información importante.
Dos carteleras se han celebrado localmente tras dicha publicación; una el 25 de junio en Mayagüez y la otra el 9 de julio en Trujillo Alto. Tras solicitar los resultados los lunes siguientes a las carteleras, los recibimos en un formato totalmente distinto al que lo habíamos recibido por años.
La primera hoja de resultados no incluía la votación de los jueces en peleas acabadas por decisión, ni como la llevaban cuando estas acabaron antes del límite.
La segunda, peor. No nombraba los comisionados presentes, ni los árbitros y jueces asignados al cartel, ni siquiera donde fue celebrado. Tenía las votaciones, pero sin el nombre de los jueces, lo que impide fiscalizar quién votó cómo. Tampoco detallaba las suspensiones, aunque después pudimos comprobar que hubo siete peleadores suspendidos.
¿Es esto un deseo de evitar la fiscalización de la prensa o desviar su atención? A tomates no huele, como diría el anuncio. Incluso, distinto a la primera vez, la hoja correspondiente al segundo cartel enviada a la prensa era distinta a la enviada a Fight Fax, registro oficial de la Asociación de Comisiones de Boxeo (ABC por sus siglas en inglés), que sí incluía la información omitida.
En ambas ocasiones, tuvimos que recurrir a contactar directamente al nuevo presidente, Lcdo. Herman Colberg, quien proveyó información solicitada. Vale recalcar que toda esta información es pública, no está cobijada por ninguna de las excepciones de la Ley de Administración de Documentos Públicos, ni lesiona derechos de terceros.
Refinaremos nuestras solicitudes futuras para requerir específicamente el mismo documento que envían a Fight Fax, pero no podemos dejar de señalar este aparente nuevo intento de la CBPPR de ocultar información pública pertinente para la fiscalización de sus trabajos.