Ha sido un inicio de año muy fuerte. Ha decir verdad por las pasadas décadas la cuesta se ha empinado cada día más para este pueblo.

Pero este enero ha sido tan duro que muchos optaron por improvisar una segunda despedida de año, esta vez de mes, para ver si el cambio de fecha a primero de febrero de 2020 nos devuelve la suerte.

Hoy reflexiono sobre los eventos de los pasados años y los más recientes, los temblores, el calvario físico y emocional que viven los afectados y el accidente aéreo donde Koby Bryant, su hija y otras siete maravillosas personas perdieron la vida. Bryant fue un atleta único por lo que llamaban el “Mamba mentality” que no es otra cosa que el trabajo duro que redunde en la perfección.

Se privó de tanto para lograrlo en el deporte, pero cuando comenzaba a vivir como hombre, padre, amigo e integrase a la sociedad no pudo ver germinar esa semilla.

¡Querida vida que frágil eres! Saltan a mi memoria la partida de Roberto Clemente.

El momento en que mi padre se nos fue dejando atrás el trabajo duro, los estudios, los sueños y la familia. Mi papá luchó tanto por nosotros, sus estudiantes, por ser el mejor maestro y todo acabó en un abrir y cerrar de ojos.

Padres y madres dejan sus vidas y a veces las de sus propios hijos en las calles del país, luchando por un futuro digno, enfrentando la desigualdad y la falta de oportunidades.

Otros parten hacia tierras extrañas y chocan con la realidad de que para realizar sus sueños tienen que quebrarse el espinazo. Sí, la vida es tan frágil y tan complicada que solo podemos enfrentarla con amor, sencillez, humildad, tesón, aceptación y mucha fe.

Muchos despidieron el mes de enero en un ejemplo más de cómo los puertorriqueños manejamos la adversidad, con sonrisas, bromas y en ocasiones enajenación. Pero el sol salió como siempre por el este.

Los invito a amar, perdonar, aceptar y provocar el cambio, a mojarse los pies en la playa, a cantar, bailar, reír, escuchar, tolerar, respetar, llorar, disfrutar lo que haces, tener empatía y compasión, vivir en humildad y ayudar a quien lo necesite en silencio, rechazar la desigualdad y provocar la justicia, denunciar el abuso, la explotación y el oportunismo. Los invito a abrazar sus los suyos y decirles cuánto los amas y a dar gracias.

-Elwood Cruz

La tierra se sigue moviendo como si se sintiera molesta con nosotros porque la maltratamos, explotamos, abusamos y destruimos. Somos el único ser viviente sobre la tierra que destruye su entorno para vivir. Llegó febrero y sigue la indignación, el coronavirus, la politiquería y la dejadez. Nada ha cambiado porque nosotros no queremos cambiar.

Querida vida... Lejos de reprocharte te doy gracias por mi familia, mi esposa, mi hija y mi hijo, por los que habrán de llegar y por los que partieron. Te doy gracias por los amigos que tengo y por los que se alejaron.

Te doy gracias por lo que he tenido y lo que perdí, por mi profesión, por mis bendiciones, la risa y el llanto, por los errores cometidos y el proceso de aprendizaje. Hoy me levanto con algunas cosas menos, pero con más sueños, más oportunidades y más amor. Hoy me despierto pensando que el esfuerzo y el sacrificio vale la pena. Pero los tuyos, tu gente, valen mucho más.

Más que todo te agradezco la oportunidad de poder levantarme de los tropiezos para recomenzar. No quiero dejar incompleto mi legado como ser humano y mucho menos con los míos.

Los invito a amar, perdonar, aceptar y provocar el cambio, a mojarse los pies en la playa, a cantar, bailar, reír, escuchar, tolerar, respetar, llorar, disfrutar lo que haces, tener empatía y compasión, vivir en humildad y ayudar a quien lo necesite en silencio, rechazar la desigualdad y provocar la justicia, denunciar el abuso, la explotación y el oportunismo. Los invito a abrazar sus los suyos y decirles cuánto los amas y a dar gracias.

Eso, mis amigos realmente es vivir.