Radiografía de las finanzas de la AEE
El director de la Junta de Supervisión y Administración Financiera, Robert F. Mujica Jr, habla del Plan Fiscal de la corporación.

PUBLICIDAD
En 2013, el ingeniero consultor al que los tenedores de bonos solicitaron que evaluara el estado de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico cada año a partir de 1974, concluyó que la empresa de servicios públicos estaba en un “buen estado de mantenimiento y operación”.
Concluyeron que la AEE podía pagar sus deudas.
Al año, los bonistas aceptaron un acuerdo de indulgencia porque la AEE ya no tenía dinero suficiente para pagar la deuda en su totalidad. A los cuatro años, cuando se evaluaron las tarifas eléctricas por primera vez en casi 30 años, la AEE y el gobierno reconocieron que el sistema estaba en mal estado. Pero el regulador añadió: “Intentar compensar los años de inversión insuficiente sería demasiado oneroso para los clientes”. Ese mismo año, en 2017, la AEE inició un procedimiento de quiebra bajo el Título III de PROMESA.
La Junta de Supervisión y Administración Financiera está decidida a evitar que se cometa el mismo error. Los puertorriqueños merecen conocer el verdadero estado de deterioro de su sistema eléctrico – sin embellecer la situación. El Nuevo Plan Fiscal de 2025 que los miembros de la Junta de Supervisión certificaron este mes es una radiografía de un sistema que lleva demasiado tiempo fallando a las familias y empresas de Puerto Rico.
El nuevo Plan Fiscal de la AEE no es un documento político. No es un compromiso negociado entre la Junta de Supervisión, el gobierno, la AEE y los operadores privados. Es un documento claro y preciso de datos y hechos que la AEE y sus socios dedicaron mucho tiempo y cuidado a compilar. En los próximos meses seguiremos evaluando y poniendo a prueba las proyecciones de los operadores sobre las necesidades del sistema.
Los datos que la AEE proveyó en la elaboración de planes fiscales anteriores se basaron en cuánto podía gastar la AEE para operar y mantener el sistema según los ingresos que genera de las tarifas eléctricas fijadas en 2017 por la Comisión de Energía de Puerto Rico, predecesora del actual Negociado de Energía. En otras palabras, el presupuesto de la AEE se elaboró en torno a cuánto dinero ingresaba la AEE en lugar de cuánto necesitaría la AEE para arreglar el sistema.
Pero estamos convencidos de que los puertorriqueños merecen conocer cuánto realmente se necesita para restaurar por completo el sistema muy deteriorado no solo por huracanes y terremotos, sino por décadas de negligencia, mala administración e interferencia política. Eso es lo que le pedimos a la AEE y a los operadores que evaluaran.
Las nuevas proyecciones que no son limitadas reflejan las perspectivas de la economía de Puerto Rico, una población en descenso, la demanda energética y demás suposiciones.
Los operadores estiman que, para 2040, los costos de operar el sistema eléctrico de Puerto Rico superarán en más de un 60% las proyecciones del Plan Fiscal certificado en 2023. Además, el sistema precisa financiamiento federal hasta el año fiscal 2034 para reconstruir, dar mantenimiento y operar de lleno una red limpia, fiable y resiliente. El Plan Fiscal también concluye que el estado de deterioro y los gastos de mantenimiento no dejan margen para añadir a las tarifas eléctricas los pagos de la deuda heredada.
La realidad es que el costo de operar el sistema eléctrico solo representa alrededor del 20% de nuestras facturas. La mayor parte de la factura está vinculada a los costos de combustible. El Plan Fiscal no determina las tarifas eléctricas. El Negociado de Energía se encuentra realizando su propio análisis y llegará a sus propias conclusiones. Así es como debe ser.
Los años de maniobras políticas taparon las verdaderas necesidades financieras de la AEE. El costo del petróleo subió, y esto repercutió en la factura eléctrica. La Junta de Supervisión propuso manejar las finanzas de la AEE, el Gobierno se opuso a permitirlo. El sistema eléctrico siguió deteriorándose.
Debemos priorizar las necesidades de la red eléctrica sobre todo lo demás, mientras exigimos a la vez que todas las partes involucradas rindan cuentas. Debemos hacerlo basándonos en datos, no en consideraciones políticas. Nuestro objetivo es fortalecer la red, completar la transformación energética y sacar a la AEE de la quiebra para que el sistema eléctrico pueda dar a Puerto Rico mañana un mejor servicio del que le da hoy.